Horta-Guinardó es el distrito más envejecido de Barcelona y cuenta con el barrio que lidera esta clasifiación. Montbau se empezó a urbanizar en 1956 y muchos de los que llegaron entonces siguen viviendo allí. Más del 30% de sus habitantes supera los 65 años.

Para una zona tan envejecida, que además no dispone de servicios sociales propios, ser el único barrio de la falda de Collserola que no tiene un bus de barri propio implica un grave problema que sus vecinos intentan resolver. Suman ya muchos años de reivindicaciones.

El agravio comparativo con “otros barrios más pudientes, que tienen a veces dos o tres bus de barri”, es significativo, denuncia Antonio Mateo Sampedro, quien dirige desde hace seis años la Associació de Veïns de Montbau.

El Ayuntamiento estudia soluciones, pero las propuestas no convencen a los vecinos. Ellos piden un microbus y les ofrecen un minibus, que realizaría un recorrido más largo. La diferencia de tamaño es importante, pues el minibus tendría problemas para cruzar algunas calles, como Àngel Marquès, donde se tendrían que eliminar los aparcamientos de un lado para que el tránsito fuera fluido, solución que no agrada a los vecinos. “Eliminar 70 plazas de aparcamiento supondría un follón social enorme”, sentencia Antonio Mateo.

Además, los cálculos de la Associació de Veïns señalan el número de usuarios máximos por parada en un momento puntual sería de cinco personas, por lo que un microbus es suficiente. Su petición es de un solo vehículo, que calculan que en un trayecto de entre 20 y 25 minutos recorrería todo el barrio, acercando a los vecinos a los servicios sociales y básicos.



Antonio Mateo Sampedro, presidente de la Associació de Veïns de Montbau, delante de la sede de la AAVV / P. A.



Puede parecer una nimiedad, pero para un barrio con pendientes continuas del 10%, en el que tampoco existen escaleras mecánicas y con muchos vecinos con edades por encima de los 75 años, la movilidad es su principal preocupación. “Si los problemas de movilidad no se solucionan en los próximos 15 años, a lo mejor desaparecen”, lamenta Sampedro.

NI BUS NI SERVICIOS BÁSICOS

Otra de las principales reivindicaciones de los vecinos está relacionada con la movilidad. Si dispusieran de servicios propios no necesitarían salir del barrio. Para ir al CAP, a los servicios sociales, al supermercado o al mercado han de desplazarse.

El anterior equipo municipal, liderado por Xavier Trias, cedió a las asociaciones del barrio una sala diáfana, conocida popularmente entre los vecinos como 'el gimnàs', a cambio de generar actividad suficiente. Si lo conseguían el consistorio se plantearía la posibilidad de convertirlo en un casal. Lo hicieron y ahora el Ayuntamiento ha sacado a concurso la dinamización del mismo, liberando a los vecinos de dicha responsabilidad.

“Si los problemas de movilidad no se solucionan en los próximos 15 años, a lo mejor desaparecen”

Lo único que piden es que se respeten los precios populares que ofrecían en los talleres, que se autofinanciaban sin sacar beneficio. Buscaban al profesor más económico que se pudiera sufragar con la cuota de las personas interesadas. Cuantas más personas se apuntaban más bajos eran los precios.

ENCALLADOS CON LA RONDA DE DALT

En lo que no consiguen avanzar con el Ayuntamiento es en el proyecto para cubrir la Ronda de Dalt. Desde su creación, hace 28 años, Montbau reivindica que se cubra. Mientras Nou Barris o Sarrià-Sant Gervasi tienen la mayor parte de la vía cubierta, el tramo de Horta está al aire libre y separa los barrios de montaña de los del otro lado de la Ronda.

Los vecinos de Montbau han visto pasar muchos estudios que descartaban la viabilidad de cubrirla. El anterior equipo municipal invirtió 300.000 euros en un estudio externo que presentó un proyecto y que consiguió la unanimidad de apoyo de los barrios afectados, pero el actual gobierno de la ciudad lo ha descartado por su complejidad y coste.

Por ahora solo se cubrirá la parte de Sant Genís dels Agudells, donde la ronda desciende y hay más de 10 metros de distancia respecto a la superficie. Pero en la zona de Montbau los coches van prácticamente a la altura de la calle, por lo que para cubrirla hay que hacerlo en altura o, la otra opción, es crear un túnel paralelo para desviar la ronda por este trayecto. “Es viable, pero tiene un coste importante” reconoce Mateo en referencia a esta segunda opción. Hundirla está descartado porque el metro de la línea verde pasa por debajo.

Mientras sigan las promesas incumplidas y no haya un proyecto en firme sobre la mesa, la Associació de Veïns que representa Mateo ha decidido no asistir a las reuniones con el Ayuntamiento, porque consideran que solo sirven para que el consistorio “apele al consenso vecinal”, cuando no es así.

Sede de la Associació de Veïns de Montbau / P. A.



Mientras siguen peleando por el barrio, Mateo anhela que llegue el relevo generacional a la Associació de Veïns de Montbau, pero por el momento sigue liderando la entidad vecinal con mayor porcentaje de asociados de Barcelona, 560 sobre una población de poco más de 5.000 personas, lo que supone más del 10% de los vecinos.

La razón que explica este éxito asociativo es que el barrio funciona como un pueblo y, siguiendo el tópico rural, se conocen todos, hasta los jabalís que bajan constantemente de las montañas, que ya son parte de la familia de Montbau.

Noticias relacionadas