Reivindicación urbana contra el cambio climático. En la madrugada de este miércoles, 28 activistas de Greenpeace han pintado la plaza de Francesc Macià con pintura ecológica de color amarillo para dibujar un gigantesco sol. La acción, que coincide con el solsticio de verano, pretende lanzar un llamamiento muy claro: apostar por la energía limpia.
A vista de pájaro, se puede comprobar el dibujo del gigantesco sol que como explica la ONG en su página web “nos regala incansable cada año energía suficiente para satisfacer más de 5.000 veces las necesidades energéticas de la población mundial de forma gratuita”. Una acción que ha sido compartida por la quinta teniente de alcalde, Janet Sanz.
La primera vez que Greenpeace dibujó un sol gigante en plena ciudad fue en París, el 2015, coincidiendo con la cumbre del clima, en boca de todos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retirara del acuerdo. Esa vez, convirtieron la rotonda de Arco de Triunfo en un astro para impulsar un sistema energético renovable. “Hoy lo replicamos en Barcelona como recordatorio al Gobierno español y a las instituciones de la Unión Europea de su compromiso para luchar contra el cambio climático”.
IMPUESTO AL SOL
La ONG sostiene en una entrada publicada en su blog que también buscan alertar de la posición del Gobierno Central en materia de renovables. “Primero dio un frenazo a las renovables, luego impuso el Impuesto al Sol y ahora intenta presionar en la Unión Europea para cerrar cláusulas que le permitan incumplir impunemente los nuevos objetivos de renovables para 2030”, puntualiza una de las activistas en el texto.
Por todo, la oenegé pide la colaboración ciudadana para que firme una petición en favor de las renovables. Un mensaje online que este miércoles también se reclama desde la plaza de Francesc Macià que según testigos de los hechos, desde las 06:20 horas se limpia con mangueras de alta presión.