“La mujer siempre tendrá que demostrar que puede hacer más que el hombre"

A un día del 8 de marzo, que se presenta reivindicativo, hasta con una posible huelga feminista. Una voz del pasado, de los años sesenta y setenta, la fotógrafa Joana Biarnés, rememora cuando a ella no le dejaron ser fotoperiodista en ningún periódico de Barcelona. Por ser mujer. Ese era el motivo. Se tuvo que ir a trabajar a un diario madrileño, “Pueblo”, para que confiaran en ella.

La exposición “Joana Biarnés. A Contracorrent” hace honor al carácter rebelde de la fotógrafa y se puede visitar en el Palau Robert hasta el 2 de abril. Son 90 fotos seleccionadas de su vasto archivo que cubren el período de 1962 a 1973.

Biarnés recuerda que quiso hacer fotografías para diarios de Barcelona, siguiendo el ejemplo de su padre, pero le cerraron las puertas por el hecho de ser mujer. “Me las cerraron en todos y cada uno de los diarios que había en aquel momento en Barcelona. Me respondían: ¿Tú qué pides? ¿Pero qué ha de hacer una mujer en una redacción? Fue la primera bofetada que me dieron. La fotografía parecía que era una cosa de hombres y mi problema es que yo era una mujer”.

En este 8 de marzo del 2018, la lucha de las mujeres es por la igualdad salarial, no para que las dejen trabajar en campos reservados a los hombres, como le tocó batallar a esta pionera del fotoperiodismo. Cuando analiza el presente, Biarnés no es, para nada, optimista. “La mujer, desgraciadamente, siempre tendrá que demostrar que puede hacer algo más que el hombre. Espero y deseo que esto acabe algún día. Cuando yo pasé esas penurias, creía que algún día acabaría, pero veo que la situación no ha mejorado tanto como nos pensamos”.

Ahora Joana Biarnés sabe que hay otros problemas para las mujeres y para la prensa en general. “Tenemos el problema que, económicamente, la prensa está pasando por un momento muy delicado”. Pero ella tiene algo claro, tiene un consejo para dar a las chicas jóvenes. “Si las chicas quieren ser algo, que aguanten y luchen por su sueño. A mí me llamaron de todo por hacer una profesión que hasta entonces era de hombres. Pero aguanté y tiré adelante”.

Y para las mujeres en general, Joana Biarnés tiene un mensaje socarrón: “¿Qué haríamos las mujeres sin las mujeres? La verdad es que las mujeres nos ayudamos mucho entre nosotras. Así están las cosas”.

FOTOS ICÓNICAS

Algunas de sus fotos son icónicas de los años sesenta y setenta, han quedado en la memoria. Una de sus primeras fue la de las riadas que sufrió su localidad natal, Terrassa, en 1962. “Fue un trabajo muy desagradable porque el agua se llevó casas enteras, pero gracias a revelar mis fotos en Barcelona, Televisión Española las utilizó para abrir el Telediario. Se enteró toda España y los políticos supieron la gravedad de lo que había pasado”.

Exposición "A contracorrent" de Joana Biarnés / ANA MIRALLES

Justamente, otra de sus fotos más famosas está tomada delante de lo que hoy es el Palau Robert, la sede de su exposición. La pequeña diferencia es que han pasado más de 50 años antes. “Yo quería fotografiar la moda en la calle para captar la mirada de la gente y recoger lo que piensa la gente de la ropa. Esa foto la hice en la boca del metro de Diagonal. Está todo casi igual. Se ve a la modelo quieta y una mujer se nos quedó mirando. Al salir el aire del metro, las faldillas se le levantaron. Yo quería esto, que en las fotos pasase algo. Es lo que he hecho siempre”.

Joana Biarnés nunca hubiese imaginado que una exposición suya se podría ver en ese edificio de Passeig de Gràcia. “¡Claro que no! Nunca lo pude ni siquiera soñar. Además, está siendo un éxito. Desde que inauguramos la muestra han pasado más de 60.000 personas y hasta el 2 de abril hay tiempo. Es mucha gente, desde luego”.

La modelo de esa foto, por desgracia, ya no ha podido ver el resultado de aquella imagen tan icónica. Joana Biarnés la intentó localizar cuando preparaba esta exposición y un documental que emitió TV3, pero la mayoría de chicas que se dedicaban a la moda en los años sesenta como modelos ya no están vivas.

Repasando las salas de la exposición de Biarnés en el Palau Robert llama la atención una foto de Roger Moore, el 007 de los años 70, recientemente fallecido. En 1967, Roger Moore aún no había encarnado a James Bond pero ya tenía fama mundial gracias a la serie televisiva “El Santo”.

La fotógrafa rememora ahora que “verle de carne y hueso me sorprendió mucho. Era muy profesional y siempre me pidió lo que queríamos hacer. Era muy educado y elegante. Es una pena que haya muerto hace poco”.

Una de las fotografías de Joana Biarnés  

La marca de coñac 103 invitó al actor inglés a rodar un anuncio en Barcelona y Joana Biarnés, siempre al pie del cañón, captó un momento gracioso. Roger Moore se sentó a tomar un aperitivo en una terraza de la Calle Tuset, cuando se la denominaba Tuset Street y era un sucedáneo de Carnaby Street. Cuando la Gauche Divine hizo de aquellos metros un oasis de modernidad.

En frente de la antigua “Cova del Drac”, Roger Moore descansó un momento pero necesitó de la protección policial, como capta la imagen de Joana Biarnés. “Los grises tuvieron que aparecer porque en aquella época no se hacía nada sin la presencia de ellos. Están protegiendo al actor, aunque estaba tomándose simplemente un aperitivo”.

BEATLES EN BARCELONA

La estancia de los Beatles en Barcelona en 1965 generó muchas anécdotas, como la que cuenta el expresidente del Barça, Joan Gaspart. El antiguo mandatario culé era por entonces un joven que aprendía el oficio de su familia, propietaria del Avenida Palace y de una cadena hotelera. Gaspart siempre cuenta que hizo mucha amistad con John Lennon en el hotel y que en un momento de risa, hasta se intercambiaron los pantalones.

Joana Biarnés no llegó a tanto pero en ese hotel protagonizó un momento especial. Fue la única periodista que se coló en la suite de los Beatles y compartió horas con ellos. “Jesús Hermida era el periodista de mi diario que cubrió la rueda de prensa y yo hice las fotos, pero eran las mismas fotos que todo el resto de periodistas. Yo quería algo más”. Y lo conseguiría.

La relación de Joana Biarnés con John, Paul, George y Ringo empezó unos días antes. “Me monté en el mismo avión que ellos desde Madrid y me colé en un lavabo para hacerles fotos en secreto. Hasta que me pillaron. Eso sí, las fotos yo ya las tenía”, cuenta ahora con picaresca.

Sombreros de moda de Joana Biarnés

Su aventura no acabó allí. “Al bajar, en Barcelona, me seguí arriesgando. Los recepcionistas del Avenida Palace me avisaron que en la puerta del ascensor de la planta de los Beatles había un vigilante de seguridad. Pregunté si en el montacargas también había vigilancia y no me lo superieron decir”.

Joana Biarnés tenía su día de suerte. Para sorpresa suya, subió en el montacargas y el mismo Ringo le abrió la puerta, una vez en la planta. El batería preguntó a los otros tres y la dejaron pasar a sus habitaciones. La debieron tomar por una fan más. “Estuve casi tres horas con ellos tocando la guitarra, de la comida de aquí y del flamenco, por ejemplo. Les hice fotos pero sin flash, porque el flash hubiera arruinado la confianza que había entre todos. Hubiera roto el buen ambiente”.

El diario Pueblo publicó algunas imágenes pero quedó mucho material inédito. El Ministerio de Información mandó una nota a los diarios “recomendando” no hablar más ya de los cuatro melenudos de Liverpool y los rotativos de hace 50 años sabían a lo que se exponían si no hacían caso de las advertencias. En cambio, la revista Ondas se arriesgo y publicó esas fotos inéditas en tres páginas a todo bombo y platillo.

Por desgracia, algunos de esos negativos de las horas que Biarnés pasó con los Beatles en la intimidad no se han podido recuperar nunca. La revista americana Rolling Stone se los pidió una vez para un reportaje y nunca se los han devuelto, a pesar de su insistencia.