Durante dos días, cual quijote frente a molinos de viento, se plantó en la entrada principal de Alimentaria, en Fira Gran Via. No llevaba arma alguna, tan solo una camiseta admonitoria y unes gafas para paliar el solano. Como ‘escudo’ una pancarta con un simple lema: ‘VEGAN’.
Desde lejos parecía que ponía ‘VENGAN’, y que el portador del cartel se dedicaba a recoger a visitantes de algún grupo para llevarlos a un autocar. Pero no.
Lo que anunciaba Juan Galán Sánchez era su profesión de fe hacia el veganismo (del inglés veganism), que es la práctica que rechaza la utilización y consumo de –todos- los productos y servicios de origen animal. Una propuesta así, delante de Alimentaria, el paraíso de la comida -150.000 visitantes, 4.500 empresas exhibiendo sus productos, muchos de ellos cárnicos-, resultaba realmente una locura... ¿O una provocación?
“¿Provocador? No, ni por asomo. Lo hice por convicción. No molesté a nadie, sólo mostré la pancarta y hablé con quien quiso hacerlo”, explica Galán, que se presentó todos los días frente a la entrada Sur del recinto durante varias horas (de 9 a 11:30 y de 5:30 a 8:00, como si fuera un horario de oficina). “Conté en qué consiste el veganismo a todo aquel que quiso escucharme”.
Ciertamente, su actitud no fue nunca agresiva, sino pacífica al estilo gandhiano. De hecho, Galán solo hablaba con quien se detenía ante él y le inquiría. “En resumen, les vine a decir que apoyaran a los animales; que los animales son amigos, no comida”.
Para el periodista, un añadido: “Alimentaria reúne a muchísima gente de la industria alimentaria, nacional y extranjera. Hay lobbies, altos mandos de empresas, comerciales... Han montado su negocio a expensas de los animales, que para mí tienen tanto derechos como nosotros y, sin embargo, los explotamos, los recluimos en lugares cerrados, los maltratamos, para finalmente sacrificarlos salvajemente y comérnoslos”.
Pero hay más, según Galán. Algo que nos toca directamente a los seres humanos por nuestra relación con la forma de alimentarnos: “Poca gente sabe que el 80% de la enfermedades viene dado por la mala alimentación, por consumir productos que están mal tratados y que nos envenena. Y eso lo saben perfectamente quienes los fabrican, así que ¡que no nos engañen!”.
HACE 13 AÑOS
Galán explica que se hizo vegano hace 13 años, y lleva todo ese tiempo estudiando e investigando profundamente el veganismo. En su perfil de Facebook hizo esos días un llamamiento a más luchadores de la causa vegana (“podéis traeros pancartas, camisetas veganas, etc.”), pero lo cierto es que nadie acudió a su requerimiento, y se quedó más solo que la una.
No perdió la moral y siguió al pie del cañón, sin gritos ni aspavientos, cercado por miradas incrédulas y divertidas, la mayor de las veces, aunque también alguna cargada de ira.
“Tuve una gran aceptación visual y moral por parte de la inmensa mayoría de visitantes y empresarios”, explica. “Si hubiera de hacer un resumen, diría que de cada 5 personas que se detuvieron para preguntarme, con 4 hubo buen rollo, intercambio de opiniones y respeto; con la quinta, malas vibraciones y un dialogo imposible”, resume Galán de lo que denomina “una gran experiencia”.
Él se sigue sintiendo satisfecho por lo que hizo y no hace ascos a repetir dentro de dos años, en 2020. Cuando Alimentaria vuelva a presentarse en Barcelona, será otra vez su ‘mosca cojonera’. Mientras tanto, seguirá en la lucha vegana, pro animalista y anticárnica.