Malestar en el PSC por el uso de la figura de Pasqual Maragall para exigir la excarcelación de los líderes independentistas. Fuentes socialistas han indicado que existe una gran indignación entre algunos dirigentes del PSC por incluir la firma del expresidente de la Generalitat y exalcalde de Barcelona en un manifiesto en el que se reclama la liberación de los políticos presos. El texto fue promovido por el síndic de greuges de Catalunya, Rafael Ribó, y está firmado por cinco expresidentes de la Generalitat y tres expresidentes del Parlament.

Las fuentes consultadas recuerdan que Maragall, uno de los políticos que goza de una mejor valoración pública en Catalunya, está enfermo de alzhéimer desde hace 12 años y no está en condiciones de tomar una decisión de esta trascendencia. "Al president Maragall casi no se le entiende cuando habla", aseguran. "Muy probablemente, Maragall, de estar en toda su plenitud, hubiera firmado el manifiesto. El expresidente José Montilla lo ha rubricado. Pero Maragall, lamentablemente, no está en condiciones de saber lo que firma. No es ético que se le haya utilizado".

CRÍTICA DEL COLEGIO DE MÉDICOS

En términos parecidos se ha manifestado el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós. "Estoy muy a favor del contenido de la carta de los expresidentes de la Generalitat en favor de la excarcelación de los presos políticos, pero como médico no puedo aceptar que se utilice al presidente Maragall que se encuentra afectado por una enfermedad que le incapacita para tomar decisiones. El estado actual de la enfermedad que sufre no le permite tomar ninguna decisión de esta trascendencia. Es un principio ético".

La hija de Maragall, Cristina, agradeció a través de las redes sociales las palabras de Padrós. "Muchas gracias. Totalmente de acuerdo, hace falta respeto y rigor para abordar estos temas. La complejidad de la demencia no se resuelve en un tweet", ha escrito la hija del expresident y portavoz de la Fundació Pasqual Maragall.

El pasado diciembre, el sindic de greuges de Catalunya, ya promovió un manifiesto firmado por las mismas personalidades en el que se pedía a los exconsellers Joaquim Forn, Josep Rull y Jordi Turull y al expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, que abandonaran la huelga de hambre. En aquella ocasión, también se incluyó la firma de Maragall. Se da la circunstancia de que durante años Sànchez fue el adjunto de Ribó en la Sindicatura.

En distintas ocasiones, Ciutadans ha acusado a Ribó de no ser imparcial ante el proceso independentista. "El síndic de greuges es el síndic del procés. No nos extraña que cada vez sean más los catalanes que no van al Síndic y van al Defensor del Pueblo. Usted solo muestra lealtad al 'procés' y no a todos los catalanes", dijo el diputado Carlos Carrizosa en sede parlamentaria.

SECUESTRAR LA VOLUNTAD DE MARAGALL

El miércoles, Ribó no incluyó la firma de Maragall hasta que consiguió hablar con el exalcalde de Barcelona y le manifestó la voluntad de dar su apoyo al texto. El síndic también habló con la mujer de Maragall, Diana Garrigosa. En declaraciones en el programa de la cadena Ser que presenta Josep Cuní, recogidas por El País, el síndic advirtió que la voluntad del expresidente puede ser "secuestrada" por su entorno. "Muchos estamos luchando para que los discapacitados tengan derechos. El señor Maragall manifestó personalmente que lo quería firmar. Respeto muchísimo el criterio de los médicos y de los familiares, pero no podemos secuestrar la voluntad de las personas con el entorno de las personas". 

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