Los extraños números de la Fundación Messi
La entidad paga un alquiler de 8.000 euros mensuales a una empresa… del propio futbolista
17 junio, 2019 00:00Noticias relacionadas
La Fundación Messi no incluyó en su memoria ingresos millonarios durante años, como los obtenidos por el Pie de Oro en Japón, las ventas del libro Elegí creer, o convenios con Dolce & Gabbana, Oredoo o Aspire Academy, según recoge la querella presentada en la Audiencia Nacional contra la entidad del astro blaugrana. “Varios de estos convenios fueron realizados en Qatar, con lo que dejaron de tributarse ante la Hacienda pública los ingresos derivados de dichos convenios millonarios”, explica la denuncia. Ésta fue presentada por Federico Rettori, impulsor de la ONG Por un Buen Camino, que colaboraba con la Fundación Leo Messi y que pasó también a trabajar para la agencia Social Team, liderada por Alejandro Rebosio, que era quien desarrollaba verdaderamente la actividad de la Fundación Leo Messi en Argentina. Rettori fue nombrado luego responsable de Social Team en Europa.
Resalta el texto que la Fundación estuvo seis años sin presentar cuentas ni balances en España, hasta que a finales de 2013, cuando por fin se inscribe en el “Protectorado Catalán de Fundaciones”, le permite “volcar el arrastre de dinero de seis años sin detallar nada” y aparece “con un balance acumulado de más de 6 millones de euros”. Dice la querella que “no sólo no le ponen ningún tipo de penalización por operar seis años en negro, sino que tampoco le exigen la inversión del 70% en acciones sociales que la ley determina desde el inicio de la actividad”. En otras palabras: la ley dice que el 70% de los ingresos de una Fundación ha de destinarse a su objeto social, pero en este caso no existe constancia de que eso hubiese ocurrido.
ACTIVIDAD FICTICIA
Tras esa constancia de fondos, a finales de 2017 el saldo era de 5.344.623 euros. Pero señala la denuncia que “los gastos totales en esos cinco años son exageradamente altísimos parta una Fundación con una sola empleada y sin atención al público, de lo que se deduce su actividad ficticia y que opera como una pantalla para ocultar los ingresos de los denunciados”. En otro párrafo, desvela que la única empleada es Florencia Parisi, esposa de Rodrigo Messi, es decir, la cuñada del futbolista.
En esos años, la Fundación del futbolista declara que gastó en ordenadores y en terrenos un total de 1.852.220 euros. Unas sospechosas partidas de “gastos para la obtención de ingresos” acumulan, asimismo, 1.724.521 euros. “Gran parte de estos gastos no están especificados y esto se quita directamente del dinero que debería invertirse en el fin fundacional, es decir, en proyectos destinados a los niños”. Y se pregunta el denunciante “qué gasto puede tener la Fundación Messi para pedir al Barcelona que lo patrocine (en 2013, el gasto fue de 28.424 euros para pasar luego a multiplicarse en 2014, 389.933; en 2015, de 371.300; en 2016, de 323.462; y en 2017, de 582.708)”.
Llaman también la atención los “gastos de arrendamiento”, que se elevan a 480.000 euros, lo que supone unos 96.000 euros anuales o, lo que es lo mismo, 8.000 euros mensuales por el alquiler de las oficinas. Pero, según la denuncia, ese dinero se le paga “a una empresa de Messi que es la propietaria de la oficina, sin que dicho gasto repercuta en el objeto social de la Fundación”.
GASTOS DE ABOGADOS
Por honorarios de abogados, la entidad pagó 466.000 euros hasta el 2016 “y si se suma en 2017 los 266.677 euros de servicios profesionales independientes (que no está especificado cuándo corresponde al estudio de abogados) estamos hablando de un gasto de 732.677 euros. Dichos honorarios no son consecuencia del objeto social de la Fundación, sino que encubren otros servicios jurídicos para otras personas”. En otros gastos de explotación, la denuncia explica que hay más de 1,8 millones de euros cuya justificación no está clara, aunque en esa cantidad parece que se incluyen los gastos de abogados y el alquiler.
También denuncia que las ayudas sociales de la Fundación Messi se enviaban “sin ningún tipo de justificación”, y como inversión social, a la delegación que la propia Fundación tiene en Argentina y donde el dinero de desvanecía. “En total, se realiza una inversión social de 5.913.858 euros, según las memorias y balances presentados”. Ese dinero es el que acabó en el país sudamericano, donde dos jueces investigan las cuentas de la entidad.
Ello da pie al denunciante a asegurar que “en la memoria presentada en 2017 figura un cuadro para justificar la misión fundacional de inversión social del 70% desde que se da de alta en 2013. La suma de la inversión no cuadra con la inversión declarada cada año en las memorias y no hay justificación ni aclaración ninguna de dónde vienen esas datos contables”.
HISTORIAL DE FRAUDES
La denuncia ante la Audiencia Nacional incorpora el “historial de fraudes en argentina” y explica que en el país sudamericano “no se presentaron memorias y balances durante 9 años con el claro fin de mantener ocultos los millonarios ingresos recibidos en países ajenos a la Fundación en Argentina y en España”. Afirma, asimismo, que la delegación en aquel país se creó en 2009 pero fue cerrada por las autoridades al no presentar cuentas y en 2012 se creó la segunda Fundación Privada Leo Messi Argentina, “que tampoco presenta memorias y balances hasta noviembre de 2018”.
Allí, asegura, “se firmaron muchos convenios que fueron cobrados en parte o totalmente en cuentas off shore. El caso de Lamfur muestra un convenio firmado entre la Fundación Messi y esta empresa uruguaya para la venta de productos escolares con la imagen de Messi donde el pago total de 300.000 dólares se realiza een uan sociedad en Inglaterra, Hanns Enterprises, con cuenta en Luxemburgo”.
También detalla otro convenio de la Fundación con Universal Assistance “para el uso de la imagen del futbolista por un montante de 1.800.000 dólares, que nunca fueron declarados a las autoridades fiscales y se habrían depositado en la cuenta off shore de Hanns Enterprises en Luxemburgo”. Según la denuncia, la Fundación admitió haber recibido el dinero en el paraíso fiscal.