La Guardia Urbana condena la violencia vivida en las últimas horas en Barcelona. El CSIF, sindicato mayoritario de la policía barcelonesa, ha recriminado el abandono institucional en la ciudad y en Cataluña. 

El sindicato exige que se garantice la seguridad en Cataluña y se condene la violencia de los actos acaecidos en todos los municipios además de exigir apoyo institucional y seguridad jurídica para las policías actuantes.

CULPAN A COLAU

Los datos son claros en Cataluña: 55 Mossos y 18 Policías Nacionales heridos (con fracturas y contusiones de consideración), 4 furgonetas inutilizadas, 51 detenidos en toda Cataluña. Sólo en Barcelona 157 barricadas con hogueras. Aún no se han podido cuantificar los destrozos en mobiliario urbano y privado en las provincias.

Desde CSIF Administración Local denuncian la situación que vive Barcelona “como consecuencia de la irresponsabilidad y la dejación de funciones de su Alcaldesa Ada Colau", que "llama a la movilización pero retira a su policía para evitar la confrontación".

DENUNCIAN FALTA DE RECURSOS

El CSIF confirma que no se "destina los recursos suficientes para poder permitir que la circulación en Barcelona se restablezca con rapidez y garantizar la seguridad y el orden público, que es su competencia". También asegura que hay un gran malestar dentro del colectivo de la Guardia Urbana: "Hemos llegado al desánimo porque vemos con frustración desde la Guardia Urbana como no podemos hacer frente al restablecimiento de la circulación cuando se están cortando, durante el día, arterias importantes de la ciudad, imposibilitando la vida normal de los ciudadanos, por parte de grupos minoritarios de violentos. Están cometiendo una ilegalidad tipificada en el Código Penal pero desde el Ayuntamiento de Barcelona no se dan directrices claras para apartar a esta personas de la vía pública y poder restablecer el tráfico”.

No se está sacando a la calle a la unidad antidisturbios de la Guardia Urbana (USP) que deberían estar dando apoyo a los policías para evitar colapsos y están enviando a esta unidad a servicios estáticos, escondidos, para que no se les vea. La Guardia Urbana quiere facilitar las cosas a los ciudadanos, como debe ser su función, pero el gobierno de Colau se niega a que se vea a un policía de Barcelona utilizando las medidas oportunas para restablecer la circulación, el orden y la seguridad pública. Si la policía no tiene todo el apoyo institucional - local, autonómico y nacional-, les costará mucho hacer su trabajo y restablecer el orden y la seguridad en Cataluña. Les damos todo nuestro apoyo a todos los operadores de seguridad que están actuando en Barcelona”, aseguran fuentes sindicales. 

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