Josep Mateu

Presidido por Josep Mateu, el Reial Automòbil Club de Catalunya (RACC) inicia una campaña contra Colau por el caos que provocará la aglomeración de obras y reformas en la Meridiana, la vía Laietana o la súper isla del Eixample. Bajo el lema “que ocho años de obras no paren Barcelona”, el RACC advierte que: “necesitamos mejorar la calidad del aire que respiramos y las calles en las que vivimos. Sin embargo, entre 2022 y 2030 más de veinte actuaciones en la vía pública aumentarán la congestión y la contaminación y empeorarán los desplazamientos diarios dentro de un área donde residen cinco millones de personas”.

El mapa y el listado de obras elaborado por el RACC delata que la fiebre electoralista de los comuneros para lograr una ciudad intransitable tendrá un efecto negativo en el tráfico y generará más ruido y contaminación. Especialmente en el Eixample, donde los actuales atascos aumentarán en un cincuenta por ciento. Además, Mateu critica que “el Ayuntamiento no se explica con transparencia”,  que hay muy poco diálogo, que el calendario de obras no se ha consensuado y que “las cosas no se hacen bien”.

Con la reputación que le otorgan sus 116 años de historia, el RACC considera que “los ciudadanos tienen derecho a conocer las consecuencias de las medidas que se están adoptando.” Y aporta ideas y alternativas para “mejorar la calidad de vida de las personas y de la sociedad, y fomentar una movilidad más segura”, tal y como rezan sus valores fundacionales. Algo tan básico y elemental que nunca entenderán las mentes limitadas, cerriles y sectarias de Colau y sus malas compañías.