Jorge Trias Sagnier (Barcelona, 1948) falleció este miércoles, al no poder superar unos problemas respiratorios, al pesar de que había superado el virus del Covid. En los últimos años el abogado, político, escritor y columnista en distintos medios de comunicación, había protagonizado una bronca de enorme calibre, porque fue él quien conoció de primera mano los llamados papeles de Bárcenas, sobre la contabilidad B del Partido Popular. Fiel a su forma de entender la vida, quiso que se conocieran los detalles de aquellas prácticas, y muchos de sus conocidos, por distintas razones, le dejaron de lado. Pero Trias Sagnier, que ha formado parte de una de las grandes familias de la burguesía catalana, con luces y sombras, se destacó por una característica que recuerda Ignasi Guardans: “Nunca fue la voz de su amo”.
Guardans, a petición de Metrópoli, señala que Jorge Trias Sagnier, ha sido un hombre con “un gran sentido de la ética y de la responsabilidad pública”. Tras conocer del propio Bárcenas aquelos ‘papeles’, quiso que se difundiera y tomó fotocopias de aquel material en las pocas horas en las que estuvo en sus manos.
Esa cuestión le alejó sobremanera de los dirigentes del PP, aunque Trias Sagnier ya no estaba en primera línea. Aseguró que recibió numerosas amenazas por mantener una posición “justa”. Su paso por la política como diputado fue fugaz. Se produjo entre 1996 y 2000, con el primer gobierno de José María Aznar. El entonces candidato del PP a la presidencia del Gobierno quería contar con la burguesía catalana para el proyecto histórico que siempre fue la bandera del catalanismo: la modernización de España y la participación en el control de mando. Trias Sagnier fue uno de los elegidos para aquel viaje. Pero en 2000 se sintió desengañado. Y también el propio Aznar, con la obtención de la mayoría absoluta, ya estaba al frente de otro proyecto diferente. En 1996, sin embargo, burgueses como Trias Sagnier, un señor de Barcelona, podían complicar las cosas a CiU, que había representado en exclusiva ese proyecto catalanista moderado.
UN HOMBRE PARA BUSCAR SOLUCIONES
Es lo que recuerda Ignasi Guardans, hoy abogado en una firma internacional y residente en Bruselas. “Jorge Trías Sagnier fue un excelente abogado; un hombre con gran sentido de la ética y de la responsabilidad pública. Compartí con él varios años de trabajo legislativo en el Congreso”, asegura.
Su conclusión es clara: “Trias Sagnier nunca fue la voz de su amo, ni un repetir robótico de consignas e instrucciones de partido. Buscaba soluciones…hasta donde se lo permitían”.
Los dos coincidieron en los años de Trias en el Congreso. Y el tema de Cataluña fue recurrente. La situación era muy distinta a la actual y la vivida en los últimos diez años. “Hablamos mucho de Cataluña aquellos años. Sin duda, los fanáticos que solo creen en la bronca y la ruptura no lo sabrán apreciar, pero quienes defendíamos una Cataluña fuerte como motor solidario del progreso de España, aquello era la CiU de entonces, tuvimos muchos puentes con gente como Jorge Trias Sagnier. Y lo que siguió es ya historia”.
Nacido el 13 de julio de 1948, Trias Sagnier estudió en el colegio San Ignacio de los jesuitas, y se licenció en derecho en la Universidad de Barcelona en 1970. Se diplomó en Técnicas de Gestion Empresarial (TEGE) en Esade. E hizo el servicio militar en el cuerpo de intendencia de Melilla, en África, durante 15 meses. En su casa vivió lo propio de un hogar burgués, con intelectuales y políticos. Fue hijo del abogado y político Carlos Trias Bertrán y hermano del filósofo Eugenio Trias, y de Carlos Trias, escritor y ensayista.
TRIAS Y LA PERSONALIDAD DE TRIAS SAGNIER
La conexión del excaldalde de Barcelona, Xavier Trias, es con Carlos, con quien compartió pupitre durante el bachillerato. Sin embargo, Xavier Trias no es familia de los Trias Sagnier, aunque coincidan los apellidos familiares de sus padres y abuelos. Trias fue el candidato de CiU al Congreso en 2000, justo para realizar un papel similar al que pretendía Trias Sagnier. Pero entonces, José María Aznar logró la mayoría absoluta, y no necesitó ni quiso contar con Trias, el hombre de Jordi Pujol en aquel momento.
Lo explica el propio Trias a Metrópoli: “Con Jorge, siempre desde las antípodas ideológicas, tuvimos una relación cordial, de respeto mutuo, aunque cuando yo fui a Madrid no coincidimos, porque justo en 2000, cuando yo entré en el Congreso, él ya lo dejó”.
Trias se refiere, sin embargo, a la personalidad de Trias Sagnier, al margen de los partidos políticos, en línea con lo apuntado por Ignasi Guardans. “Trias Sagnier fue muy crítico con algunas formas de actuar de responsables del PP y lo explicitó sin complejos, cosa que acabó provocando que los fueran sus compañeros lo apartan de la política activa”.
EL APRECIO DE LACALLE
Quien lo conoció también es Enrique Lacalle, exdirigente del PP catalán y ahora vicepresidente del Círculo Ecuestre. Lacelle señala que tuvo una relación “muy cordial con Trias Sagnier”, aunque no coincidieron de una forma estrecha. “Fue un buen abogado, aunque se le conozca más ahora por su participación en la denuncia de los papeles de Bárcenas”. Lacalle concluye que se queda con “el buen recuerdo en Barcelona, que fue siempre su ciudad”, y tiene palabras de cariño para las tres hijas de Jorge Trias Sagnier.
Alberto Fernández, tambien exdirigente del PP catalán, y exconcejal del Ayuntamiento de Barcelona, pone en valor el PP que acogió a Trias Sagnier en aquel momento y recuerda instantes con él. “Hace unos años estuve con su familia en una visita entrañable en el Ayuntamiento. Era una persona singular, de formación, y de apertura para el partido, que posibilitó una mayoría jamás alcanzada”.