La concejala de Elegetebei, Laura Pérez Castaño, ha logrado que Barcelona ya no esté entre las diez ciudades más gay friendly del mundo. Todos los millones gastados por ella y por Colau en locales, propagandas, actos y festejos dedicados a conseguir una ciudad que atraiga al turismo elegetebei sólo han servido para que Barcelona siga perdiendo notoriedad mundial al bajar de entre las diez ciudades más acogedoras y atractivas para los gays al puesto 22. Para más gran bochorno y fracaso, Madrid es la número diez con la alcaldesa Ayuso. Este resultado demuestra que con una alcaldesa que presume de bisexual y una concejala sin preparación e incompetente no se va a ningún lado.
Los méritos de Pérez para llegar a concejala y a secretaria general de Podemos en Cataluña fueron vivir de becas para viajar a Ecuador y a Perú, donde dice que aprendió a cantar el himno de Cuzco en lengua quechua y a bailar bachata y guaracha. Oficialmente, consta como “formada” en periodismo, lo que significa que no tiene carrera ni título homologado que lo acredite. Su otra única actividad es la política. Educada en un colegio religioso de L’Hospitalet, forma parte de la generación nini, (los que no estudiaron ni trabajaron y vivieron de sus papás y del papá Estado). Además, Pérez pertenece al sector pijo y privilegiado del mismo partido que la señora de Pablo Iglesias. Su única experiencia laboral fue trabajar como camarera de un catering y servir copas a Jordi Pujol. A pesar del desastre, el ridículo y el despilfarro económico, la concejala se comporta como un rey y no da explicaciones ni pide perdón.