Muere el economista Francesc Granell a los 78 años

El economista Francesc Granell ha perdido la vida este martes a los 78 años de edad. El catedrático ha fallecido en el hospital Trueta de Girona tras sufrir el pasado fin de semana un accidente en una playa catalana. 

Granell inició su carrera profesional como analista en una empresa de publicidad y de estudios de mercado y más tarde pasó a ser economista del área de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio. En 1986, cuando España entró en la Comunidad Europea, fue requerido por el ministro Ernest Lluch como candidato para entrar al servicio de la Comisión Europea dentro del primer grupo de altos cargos españoles con responsabilidades en Bruselas.

El catedrático ha publicado múltiples obras y es autor de numerosos artículos publicados en diversas revistas.

RECONOCIMIENTOS

Distinguido con la Creu de Sant Jordi, la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio o la Orden del Mérito Civil, en su carrera profesional también desempeñó cargos de responsabilidad en varios organismos europeos y de las Naciones Unidas.

Granell ha sido un referente para varias generaciones de economistas. En los últimos años, sin embargo, se había caracterizado por un firme compromiso político, al lado del constitucionalismo y muy crítico con el proceso independentista. En sus columnas periodísticas y en sus pronunciamientos públicos insistió en que Cataluña había crecido históricamente por contar con un mercado en toda España. 

En los últimos meses, su atención se puso en la ciudad de Barcelona y en la necesidad de proteger el urbanismo de Cerdà en el Eixample. Junto al abogado y economista Jacint Soler Padró, --que fue concejal en el Ayuntamiento de Barcelona— el exdirector general de la Comisión Europea impulsó la asociación Salvem Barcelona. La entidad presentó una denuncia ante la Fiscalía contra el proyecto de la superilla del Eixample, con la intención de parar las obras. En una entrevista con Metrópoli, Granell señalaba que "los coches en el Eixample son actividad económica, no son para pasearse”, en contra del proyecto urbanístico de la alcaldesa Ada Colau.