Maria Lluïsa Passola i Vidal, alias Isona, presidenta del Ateneu Barcelonès, para desgracia del Ateneu Barcelonès, sigue haciendo de las suyas y ha despedido a Diana Cot, la coordinadora cultural con trece años de buen trabajo en la entidad. Mientras, el Ateneu no deja de perder socios, talentos y dinero a causa del sectarismo y amiguismo de una presidenta que, entre otras faenas, convierte el Ateneu en guardamuebles y billares de sus amiguetes de la farándula subvencionada.
La lista de depurados por la hija caprichosa de papá empresario crece, y entre sus perjudicados hay el gerente y el director de la biblioteca, lo que comportó la dimisión de reconocidos intelectuales. El equipo de la cineasta del régimen, sin embargo, está compuesto por su amiga intima y un joven que sólo acumula becas en su currículo. De aires altaneros y sobrados, Passola ha actuado como una reyezuela en todos los chiringuitos que ha presidido. Perteneciente a Junts pel sí, ahora es la protegida de Ernest Maragall y ERC.
El pasado febrero, Passola ingresó en la Reial Acadèmia de Bones lletres de Barcelona, aunque sólo ha escrito un libro titulado L’endemà, l’endemà com será una Catalunya independent. Un libelo de ciencia ficción sobre cosas que no existen. Tan republicana que simula ser, pertenece a una academia Real y ostenta la cruz de Sant Jordi, santo de cuya existencia duda hasta la Santa Madre Iglesia. Con tales honores y prebendas, acusa de no trabajar bien a sus despedidos, y bajo su mandato el Ateneu acumula un déficit 140.000 euros el año pasado y 165.000 euros previstos para este. Pero engreída, sí lo es.