El pintor y escultor barcelonés Eduard Arranz-Bravo ha muerto la madrugada de este viernes, 20 de octubre, a los 82 años, ha informado su fundación, situada en L'Hospitalet de Llobregat. En un apunte en la red X, la Fundació Arranz-Bravo ha asegurado: "Nos entristece profundamente comunicaros que Eduard nos ha dejado esta noche. Ha muerto plácidamente, en su casa, pintando hasta el último día. Nos deja una obra que nos acompañará en su ausencia".

Arranz-Bravo nació en Barcelona en 1941. Con una larga trayectoria profesional, ganó en 1968 el premio de dibujo Ynglada-Guillot y en esa época se agrupó con Rafael Lozano, Gerard Sala y Robert Llimós, lo que comportó un cambio de orientación en su obra, acercándose al pop-art. El artista ha realizado una pintura protagonizada por figuras humanas y en sus trabajos explora el miedo, el aislamiento y la represión del hombre moderno y representa el cuerpo humano y su entorno en constante metamorfosis.

Sus obras están expuestas en centros como el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo, el Reina Sofía de Madrid y la Franklin Bowles Gallery de Nueva York. Desde 2007, L'Hospitalet acoge la Funadció Arranz-Bravo, cerca de donde se ubica su escultura 'L'acollidora'.

CONSTERNACIÓN POR SU MUERTE

Varios personajes políticos han mostrado su consternación por el fallecimiento del artista. La consellera de Cultura, Natàlia Garriga, ha asegurado que era un artista que "decía que todas sus obras eran autoretratos", y ha subrayado que fue un pintor reconocido internacionalmente y que convirtió su fundación en un espacio de referencia para artistas jóvenes.

La alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, también ha lamentado la muerte del pintor y escultor, del que ha destacado que era "un enamorado de L'Hospitalet". "Nos dejaste uno de los símbolos que más representa el carácter de L'Hospitalet, l'Acollidora, además de un impresionante legado artístico en la Fundació Arranz-Bravo".

Las memorias 'Arranz-Bravo: Des de dins' se publicarán el próximo 15 de noviembre.

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