Tomàs Güell (1998) es el fundador y presidente de Lideremos, lobby juvenil que busca impulsar a las nuevas generaciones en el mundo social, económico y político. No todos los veinteañeros son capaces de congregar un jueves cualquiera por la noche al mundo económico y político de Barcelona: Güell lo ha hecho y sin apenas despeinarse. El jovencísimo presidente de la plataforma combina el descaro de un veinteañero con el don de gentes y la experiencia de un veterano, siempre con una sonrisa para sus invitados.
El pasado jueves, el CosmoCaixa de Barcelona orbitaba alrededor del joven Güell. Era el maestro de ceremonias de una fiesta en la que todo el mundo quería ver y dejarse ver. El impulsor de Lideremos convocó en el museo de ciencias de Barcelona a lo que popularmente se conoce como todo el mundo (salvo a una parte de esa misma Barcelona influyente que acudió al evento de IQOS en la Llotja de Mar).
La asistencia a los premios Lideremos fue transversal: por su alfombra roja desfilaron personajes de todas las edades y de todos los signos políticos. Se combinaron todas las ideologías, las lenguas y los sectores. El objetivo no era otro que escuchar la voz de una generación que trata de abrirse hueco entre los impedimentos para emprender, acceder a una vivienda o formar una familia.
Con sólo dos años de trayectoria, Lideremos ha sido capaz de adherir a 5.000 miembros a su causa y ha celebrado más de 250 encuentros con líderes de diversos sectores. Tras expandirse a Madrid, ya planea su incursión en todas las provincias de España, y se ha hecho un hueco en la agenda política y económica de medio país. Además, tal y como recalcó el alcalde de la capital catalana, Jaume Collboni, "son made in Barcelona", y también lo serán sus próximas conquistas.