El Conseller de Salut en funciones, Manel Balcells, ha sacado la tijera con la llegada de la temporada estival. Amparado en el eufemismo de "reorganización", el máximo responsable de la sanidad catalana cerrará servicios médicos durante este verano, una supresión que se mantendrá durante la segunda mitad de julio y todo el mes de agosto.

Los recortes afectarán a municipios barceloneses, con Sant Feliu como el ejemplo más claro de este perjuicio. Durante el citado periodo, más de 100.000 vecinos de este y otros municipios cercanos perderán las urgencias nocturnas que ofrece el CAP Rambla, donde se atienden aquellas emergencias médicas sucedidas entre las 20.00 y las 0.00 horas. Esta supresión también dejará al municipio sin farmacias de guardia hasta septiembre.

Mientras los afectados por esta medida deberán acudir al CUAP Sant Ildefons de Cornellà en caso de requerir ayuda médica, un centro que ya atiende a un elevado volumen de pacientes de la zona sur del Baix Llobregat, en las zonas turísticas habrá más facilidades asistenciales. Así lo ha decidido Salut, que reforzará los servicios médicos en zonas frecuentadas por el turismo en detrimento de otros centros. Castigo para los vecinos y beneficio para los turistas desde una Generalitat comandada por ERC.