El legado importa. Y Pilar Díaz, alcaldesa de Esplugues desde junio de 2006 hasta inicios del presente mes de octubre, lo tiene claro. La ciudad que heredó hace 18 años de manos de su predecesor, Lorenzo Palacín, queda lejos de la urbe actual. Pese a que el municipio experimentó avances en positivo con el anterior alcalde, aún arrastraba la etiqueta de 'ciudad dormitorio'. ¿Podía entonces, Esplugues, desvincularse de esa fama? Desde alcaldía estaba claro que, de hecho, podía llegar mucho más allá.
El ámbito económico siempre ha sido una prioridad para Díaz. Atraer inversión y generar riqueza para, después, repartirla. Un círculo que, completo, ha mantenido unos números envidiables en las cuentas municipales respecto a las localidades del entorno, incluso en los momentos más duros de las dos crisis que ha vivido la ya exalcaldesa en el cargo. Ello ha ido acompañado de un trabajo constante en materia urbanística, del impulso del comercio local y la ocupación, de la potenciación de la cultura y el deporte, o de un meticuloso trabajo en cuestión de seguridad, entre otros muchos aspectos abordados en este y en los mandatos anteriores.
Han pasado escasos días desde que Eduard Sanz recogió la vara de alcalde, pero el legado recibido no podría ser más dulce. Esplugues se exhibe, a día de hoy, como una nueva centralidad metropolitana. La primera mujer que llegó a la máxima responsabilidad municipal desde la recuperación de la democracia, ha puesto la ciudad en el mapa como un polo de la economía y la innovación llamado al éxito europeo.
Can Vidalet, primera gran transformación urbanística
La primera gran transformación urbanística abordada por Díaz tras llegar a la alcaldía fue la de Can Vidalet. Aunque, en palabras de la exalcaldesa, se habían “dado pasos agigantados para poder transformar y cohesionar el barrio”, aún quedaba trabajo por hacer.
En 2008, Díaz y su equipo de gobierno lograron incluir parte de este territorio en la Llei de Barris, lo que facilitó la ejecución de más de 40 intervenciones de mejora. “Fue maravilloso, algunas actuaciones urbanísticas muy importantes nos han permitido tener mejores equipamientos y calles”, recuerda la actual delegada del Govern en Barcelona.
El beneficio para el barrio fue más allá. La asignación de la Generalitat, conformada entonces por un tripartito liderado por el socialista José Montilla, permitió “estimular el comercio local”, así como el desarrollo de “otros proyectos que eran importantes” para el progreso del barrio con mayor población de la ciudad.
Llegada de la crisis
Durante sus dos primeros años en la alcaldía, Díaz impulsó múltiples mejoras en materia de equipamientos. Los deportivos, como el campo de fútbol El Molí o el CEM La Plana, dieron un gran salto cualitativo. A principios de 2009, el consistorio inició las obras de dos grandes equipamientos: el nuevo CEM Les Moreres y el auditorio municipal, este último, detenido por la llegada del punto álgido de la crisis económica.
“La crisis fue dura, y muy larga. Tuvimos tasas de paro que no hemos visto nunca en Esplugues”, recuerda la exalcaldesa. Aunque la instalación deportiva se pudo finalizar, el equipamiento cultural no corrió la misma suerte. La circunstancia económica obligó a Díaz a elegir, priorizar. “No podíamos hipotecar los números saneados de la ciudad, porque si te hipotecabas, ya no hacías nada. Priorizamos. Si me volviera a encontrar en esta situación, volvería a tomar la misma decisión”, asegura en sintonía con la apuesta por el deporte que siempre ha caracterizado a su figura.
Pese a ello, la paralización del auditorio ha sido una de las decisiones más complicadas que la exalcaldesa reconoce que ha tenido que tomar en su trayectoria política municipal. “Esta decisión aún me duele. Pero las decisiones duras y difíciles se toman cada día, y tienes que priorizar”. Díaz celebra, ahora, que la instalación se ha desencallado y cobrará el nombre de Carme Chacón, una espluguense ilustre que “rompió techos de cristal” y luchó por lograr financiación estatal para el proyecto.
Reactivación de la economía
El duro castigo de la crisis no arrugó a la entonces alcaldesa, quien puso toda la carne en el asador para capear el temporal. “Estábamos muy preocupados y muy enfocados a poder salir de esa crisis, y a poder ofrecer, a través del plan de reactivación económica y creación de ocupación de calidad, soluciones a esas realidades tan duras”, explica la exedil socialista.
Entre 2015 y 2019 se consolidó la salida de este escenario. Para ello, el gobierno municipal sacó adelante un segundo plan de reactivación con la “unanimidad” de los grupos políticos, y acompañando a los “agentes sociales y económicos de la comarca”. “En 2019 salimos de la crisis, y ya sabíamos que nos podíamos concentrar en otras cosas, como el cuidado del espacio público”, señala Díaz, quien tampoco dejó de lado su esfuerzo para mejorar la economía de la ciudad.
Pandemia
La llegada de 2020 parecía brillante. Con la economía recuperada y el cambio de década, el gobierno espluguense contaba con una amalgama de planes para impulsar la ciudad. “Vamos a potenciar los equipamientos, el deporte, la cultura, la educación, la dependencia y el feminismo”, aseguraba la líder socialista a Metrópoli tan solo una semana antes de que el covid enviara esta planificación al traste.
El confinamiento, que confirmó la gravedad de una crisis sanitaria sin precedentes en el último siglo, dio inicio a un reto cargado de incertidumbre. “Te llega algo que no has enfrentado nunca. Tuvimos que reinventarnos y ponernos a hacer cosas que no sabíamos hacer”, apunta la delegada, quien incide en que el Ayuntamiento de Esplugues fue de los primeros a nivel nacional en aprobar “un plan de choque con medidas muy potentes”. “Dijimos: este Ayuntamiento está saneado y tenemos un dinero procedente del superávit. Hay que utilizarlo para salir de esto y poder reforzar a los colectivos más vulnerables”, asegura Díaz.
Con empeño y trabajo, el gobierno municipal logró la unanimidad en el consistorio para encarar la crisis, en una gran apuesta que hizo saltar la sorpresa, incluso, de la entonces presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín. “Dijo que las ayudas que estábamos dando eran imbatibles, que no se veían en ningún municipio de la provincia”, apunta Díaz, quien sentencia que “fue un reto en el que todos maduramos de una manera muy rápida”.
Vivienda y seguridad
Durante todo este recorrido, Díaz ha abordado los grandes temas de ciudad con firmeza. Uno de ellos ha sido la vivienda, materia en la que ha dejado a Esplugues como punta de lanza metropolitana. Su proyecto estrella ha sido el ARE Montesa, actualmente en desarrollo, que dotará al municipio de 2.105 pisos, de los que 1.059 serán protegidos. Sobre el total, el 70% conservarán un régimen de alquiler. “Tenemos una demanda y una oferta que puede estar muy acompasada. Creo que el impacto de la planificación irá más allá de Esplugues”, señala.
Sin embargo, Díaz recuerda que la extensión de Esplugues es finita, por lo que destaca la dificultad que supone la proyección futura de otras grandes promociones. “Aún queda algún refugio, como la zona de Can Cervera. Pero llegará un momento en que la extensión, que es la más pequeña de la comarca, dará para lo que dará respecto a las posibilidades de impulsar nuevas obras”, explicita la exedil.
En cuestión de seguridad, la política socialista ha conseguido mantener mejores indicadores en Esplugues que en los municipios vecinos a lo largo de los años. La fórmula para lograrlo, explica, pasa por “haber creído mucho en la proximidad y en la prevención”. “Hay que prevenir, hay que detectar antes de hora, no puedes dejar que las cosas pasen”, señala Díaz, quien destaca la apuesta por reforzar la Policía Local y realizar un trabajo de servicios sociales, de educación, de juventud, “con equipos multidisciplinares”.
Movilidad
La movilidad ha sido otro aspecto clave que ha marcado los pasados mandatos. Ya en 2006, Esplugues reivindicaba la llegada de la L3 del metro al centro de la ciudad. A día de hoy, y pese a los reiterados esfuerzos realizados desde el gobierno municipal, esta ampliación no se ha producido, pendiente ahora de un “replanteamiento” por la cercanía de centros hospitalarios de referencia. “Se trata de tener una salida de metro en el Hospital Sant Joan de Déu y una salida de metro en el Hospital Clínic”, remarca la exalcaldesa.
Sí ha sufrido cambios la movilidad interior, en superficie. A diferencia de otros casos, como el de Barcelona, estas transformaciones se han materializado sin ir en contra de nadie. “Es una nueva modalidad que tienes que encajar. Se trata de intentar que los cambios no se interpreten como una agresión a ningún colectivo. Hay personas que tienen que continuar moviéndose con el vehículo porque no tienen alternativa”, recuerda Díaz.
Al mismo tiempo, la exalcaldesa incide en la apuesta sostenida por el transporte público en la ciudad, así como en la movilidad sostenible activa. Como conjugación ejemplar de todas estas modalidades, destaca la avenida dels Països Catalans y la ampliación del Pont d'Esplugues, unos trabajos que se han realizado “con imaginación y garantizando la buena convivencia”.
Memoria histórica
En el legado que Díaz ha dejado en el municipio también queda su lucha por la memoria histórica. Su familia sufró la represión franquista, como también lo hicieron muchos ciudadanos de Esplugues. “Hay que reparar a las víctimas, hay que mirar para adelante y, sobre todo, hay que vivir en un mundo con valores de solidaridad, de buena convivencia, en el que nadie se quede atrás”, resalta.
Entre las acciones realizadas por el consistorio con la exedil socialista en la alcaldía, destaca la retirada de nombres de exalcaldes franquistas del callejero espluguense. “Eran personas que habían colaborado con el régimen, habían señalado a vecinos y, por tanto, se había producido represión hacia ellos”, explica Díaz.
Centralidad metropolitana
Ser un motor económico, un polo de atracción de empresas, “aspirar a todo”. Y apostar por el conocimiento y la innovación que ya ha convertido el municipio en una nueva centralidad metropolitana. La administración comandada por Díaz siempre ha tenido presentes los “planes para reactivar la economía y crear ocupación de calidad” que han llegado, incluso, a la “redefinición de los polígonos”. “Han pasado cosas, pero no dejábamos de hacer nuestros deberes”, asegura la exalcaldesa.
Coca-Cola, Nestlé, General Electric, Codorniu, Panrico... Muchas son las compañías que han sucumbido al atractivo de Esplugues, a su ecosistema basado en la economía del conocimiento que “permite mejorar en progreso, en prosperidad compartida”, con una rápida digitalización que ha conllevado un crecimiento empresarial en positivo.
En el horizonte más próximo está, ahora, Boston. Su modelo, de creación y transferencia de talento a la economía, es una inspiración para Esplugues, que está impulsando el mayor BioClúster del sur de Europa en colaboración con L'Hospitalet y Barcelona. “El Clínic se va a acelerar, nos podemos convertir en el epicentro de todo ese ecosistema de innovación y de salud en el sur de Europa”, garantiza Díaz.
Delegada del Govern
Díaz estrenó, el pasado mes de septiembre, su nueva vida profesional. Ha hecho el salto a la Generalitat, como delegada del Govern en Barcelona, un encargo que la llevará a pisar los “127 municipios con cinco millones de habitantes” que conforman la provincia. “Traducir las políticas que se aprueban en el Consell Executiu a nivel municipal” y “agilizar y solventar problemas transversales” son cuestiones a tratar en su actual cargo.
Como delegada, mantendrá su preocupación en materia sanitaria, de equipamientos y de seguridad, entre otras cuestiones que afectan al territorio. Además, ejercerá como “representante del President y del Govern” las localidades barcelonesas.
Su etapa al frente del gobierno municipal ha llegado a su fin, pero su legado perdurará en Esplugues, que tiene un camino a seguir para consolidar su éxito. “Me gustaría que recordaran mi paso por aquí como la entrada de Esplugues en esa dimensión de ciudad donde hemos sido capaces de crear polos de innovación”. Misión cumplida, alcaldesa.