Nadie puede decir que Yongmao Ji, cofundador de la cadena de macropanaderías-cafeterías Vivari, no hace lo necesario y más para expandir su negocio. El empresario es capaz de burlar las órdenes del Ayuntamiento de Barcelona que buscaban paralizar la apertura de un nuevo local que no contaba con las licencias oportunas.
Como ya explicó Metrópoli, la cadena pretende abrir un nuevo establecimiento en la esquina de las calles de Pau Claris con Diputació, una 'zona de guerra' de franquicias en la que en pocos metros se pueden encontrar más Vivari, 365 y El Fornet, entre otras cadenas competidoras.
Tras llegar a un acuerdo con la propiedad del local, y con solo un enterado de obra, los albañiles se pusieron manos a la obra para transformar el espacio y adaptarlo a sus nuevas funciones. Pero no contaban con que el consistorio les incoara un expediente sancionador por no tener la documentación en regla y les obligara a paralizar las obras.
Pero la familia Ji --no se puede olvidar que son varios los que participan en el negocio, como el otro cofundador, Chenxiao Ji-- sabe como sortear "obstáculos", por lo que han presentado un recurso.
Mientras tanto, han hecho caso omiso a la orden consistorial y han apretado el acelerador. El resultado es visible, el local está ya casi listo para comenzar a funcionar e incluso cuenta ya con el cartel. Todo listo para vender cafés, bollería y bocadillos.
Entre los daños colaterales de la expansión de la cadena está el restaurante Campeón, un negocio familiar que pasó décadas dando de comer a trabajadores y familias de la zona. Apenados, los dueños explicaron a este digital que no tuvieron opción ni de traspasar ni de prolongar el alquiler del espacio.
Y así, la que ya es una de las franquicias más grandes del sector tiene todo listo para abrir un nuevo local y extender --todavía más-- sus tentáculos sobre una Barcelona ya saturada de locales de este tipo.