
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en la entrevista con la Cadena Cope y 'Metrópoli'
Collboni: "Estoy convencido de que Junts no quiere utilizar Barcelona para otros fines y se podrá aprobar la reforma sobre vivienda"
El alcalde señala que "Barcelona ha vuelto y de forma rápida, aunque algunos no lo esperaban", y mantiene la voluntad de regular el turismo con la supresión de dos terminales de cruceros en el Puerto y la eliminación de los pisos turísticos
Apuesta por la continuidad del Circuito de Montmeló: "No quiero hablar mal de nadie, pero lo que intenta Madrid con la Fórmula 1 es un despropósito"
En el ecuador del mandato. Con asignaturas pendientes, notables, pero también con la convicción de que ha podido gobernar la ciudad con cierta solvencia. Jaume Collboni llega a esta situación con el horizonte de 2027, pero con la voluntad de aprobar algunas cuestiones espinosas: la reforma de la reserva del 30% para vivienda pública y la Ordenanza de Civismo.
Collboni tiene claro que, tras unas largas negociaciones, Junts debería apoyar esa primera y sustancial medida: "Estoy convencido de que Junts no quiere utilizar Barcelona para otros fines y se podrá aprobar la reforma sobre vivienda", asegura.
El alcalde considera que Junts ha podido plantear sus exigencias, a partir de un paquete de medidas que prevé una rebaja fiscal del IBI. Tras descartar por completo a los comunes, que han decidido que los socialistas son su principal adversario, y teniendo en cuenta que con Esquerra no sería suficiente, Collboni sólo ve posible sacar adelante la medida con Junts per Catalunya.
Su idea es que no hay muchos argumentos para rechazarla, porque “el consenso sobre la necesidad de flexibilizar el 30% es claro, se debe construir vivienda protegida, pero de forma flexible y en toda la ciudad, también en el Eixample, les Corts o en Ciutat Vella”, insiste Collboni en una entrevista en el programa Converses de la Cadena Cope con la participación de Metrópoli.
Entonces, ¿por qué no llega ese acuerdo? “Ha habido siempre una tentación de utilizar Barcelona para otras cosas, para otros intereses no estrictamente centrados en la ciudad. Yo estoy convencido de que Junts no quiere hacer eso. Se ha querido hablar de la rebaja del IBI, y lo hemos afrontado, con la idea de que no suponga una merma para los ingresos de la ciudad, contando para ello con el incremento de la tasa turística. Espero que se pueda aprobar, por tanto, en pocas semanas la reforma sobre vivienda. A no ser que haya otros motivos que no tengan que ver con Barcelona o con la fiscalidad. Estoy convencido de que Junts no quiere utilizar Barcelona y que no lo quiere Jordi Martí Galbis”, el líder de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni
La otra gran cuestión, dentro del proyecto del PSC en Barcelona de endurecer las multas por conductas incívicas, es la Ordenanza de Civismo. Collboni, que no nombra a los comunes al entender que no puede acordar nada con el partido de Ada Colau, señala que si la medida del 30% la desea pactar con Junts, la Ordenanza quiere sacarla adelante “con Junts y Esquerra”.
A su favor, señala, figura la propia negociación de la nueva tipificación de hechos incívicos: “Se ha pactado con muchas entidades y asociaciones, no es la Ordenanza del equipo de gobierno. Es de todas esas entidades que han colaborado. Espero que los grupos municipales lo tengan en cuenta y se pueda aprobar, aunque el Ayuntamiento seguirá actuando, con o sin ordenanza, y de forma contundente”, asegura.
Pero, ¿qué ha sucedido para que el PSC tenga tantas dificultades para aprobar medidas importantes, pese a que “hasta el 90% de cuestiones se aprueban por unanimidad en los plenos”?
“Me gustaría una mayoría progresista y estable, pero tenemos una situación distinta. Creo que hay dos factores. El primero es la alta fragmentación política, no sólo en Barcelona. Y luego determinados partidos deben tomar decisiones sobre sus liderazgos. No saben dónde deben ir, y sus líderes no saben si lo serán otra vez o no. No saben si las decisiones se tomarán fuera de Barcelona. Creo que si los grupos municipales pensaran únicamente en Barcelona, la situación sería distinta”, afirma, en una clara alusión tanto a Junts –con Carles Puigdemont todavía en Waterloo, pendiente de que el Tribunal Constitucional dicte sentencia sobre la Ley de Amnistía—como a los comunes, con Ada Colau con deseos de repetir como candidata en 2027.
Collboni acaba de regresar de Lisboa, donde ha sido nombrado vicepresidente de Eurocities, la red europea que agrupa a 200 ciudades. El próximo año será presidente, y la intención es intensificar los esfuerzos para que la Comisión Europea pueda aportar fondos directamente a los municipios en distintas materias, como vivienda. Esa proyección de Collboni supone, a su juicio, un empuje para Barcelona, “que vuelve a estar en la primera línea”.
“Barcelona vuelve, lo hemos visto en los dos últimos años. También ha vuelto Catalunya. Estamos, de nuevo, en el escenario español y europeo”, asegura el alcalde.
Lo que reclama Collboni es que se ponga la atención en determinados ámbitos, como el turístico. El alcalde defiende “la industria turística”, pero entiende que se debe regular, “porque no se puede pensar en un crecimiento continuo del número de turistas. Mi responsabilidad es defender la ciudad frente a todos aquellos que pueden pensar únicamente en sus intereses”, asegura.
Construcción de vivienda
Por ello, Collboni considera que la decisión de no renovar las licencias de pisos turísticos a partir de noviembre de 2028, contribuirá al aumento del parque de vivienda residencial.
Frente a la opinión del ex alcalde de Barcelona, Joan Clos, que ha manifestado que no se debería aportar dinero público para la construcción de vivienda –dejando la cuestión al sector privado—Collboni señala que el Ayuntamiento ha tomado un rumbo que será constante. “No podemos no hacer nada ante la marcha de familias trabajadores y jóvenes, de clase media, que no pueden acceder a la vivienda”.
Frente a esa situación, Collboni insiste en las operaciones en marcha, en la Marina del Prat Vermell, en la Sagrera y en el norte del 22@. Son un total de 5.000 pisos protegidos. Y hay suelo, según el alcalde, “para 10.000 pisos más, y queremos llegar a un ritmo de 1.000 al año, que es el máximo que se consiguió en el mandato del alcalde Hereu”.
Collboni asegura que explicará a los ejecutivos de Airbnb que no pueden publicar anuncios con pisos ilegales. “Hay plataformas, como Booking, que sí respetan los acuerdos a los que se ha llegado y espero que Airbnb haga lo mismo. Es razonable pedir a una empresa que no anuncie cosas ilegales”, señala.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni
En cuanto al turismo que llega con los cruceros, el alcalde tiene previsto “poner límites, desde la defensa de la industria turística, que alcanza el 15% del PIB de la ciudad”.
La propuesta es la de cerrar “dos terminales”, tras una negociación con el Port de Barcelona. “Hemos hecho una inversión muy grande para transformar las Ramblas, o la Via Laietana, o la playa de la Marbella para conseguir que los barceloneses vuelvan a esos lugares de la ciudad, y para ello es necesario poner límites a esos cruceristas que sólo están unas horas en el centro y apenas consumen nada en la ciudad”.
Porque, ¿está Barcelona resolviendo los problemas de inseguridad? El alcalde se acoge a los datos. “En el último cuatrimestre los delitos han bajado un 16%, y un 6% respecto al año pasado. Han comenzado a bajar por primera vez desde hace más de una década. Barcelona es hoy una ciudad más segura y limpia, aunque queda mucho por hacer. En gran parte el avance se debe a la creación de cuatro nuevos juzgados para atender los delitos de multirreincidencia, que habíamos pedido. Hay ahora 800 juicios rápidos más para que se puedan acumular penas, porque a las tres penas, se va a prisión. Eso ha comenzado a calar”.
La Ordenanza de Civismo debería ser otra pata importante para reducir delitos menores y mejorar la satisfacción de los vecinos y vecinas de la ciudad, a juicio del alcalde, que incide en “las multas dobles y triples” que se acabarán imponiendo, teniendo en cuenta que la Ordenanza no se reforma desde hace veinte años.
“El 80% de los patinetes eléctricos van hoy con casco”, remacha Collboni.
Justo cuando se acaba de celebrar el Premio de Fórmula 1 en Montmeló, Collboni confía en que la gestión de Fira Barcelona sea efectiva, y el premio pueda continuar en Barcelona.
La Fórmula 1
Frente a la competencia, y al intento de Madrid por lograr también un premio de Fórmula 1, en Ifema, --un circuito urbano—Collboni se explaya: “No quiero hablar mal de nadie, pero lo que intenta Madrid es un despropósito. Lo explican diversos actores, desde distintos ámbitos. Respiro en Barcelona mucho optimismo para continuar en Montmeló. Y tenemos la zona de fans en Plaza Catalunya, antes del evento, que reúne a más de 50.000 personas, como hemos visto estos días".
Cuando se le pregunta al alcalde por la comparación con la Copa América, Collboni lo tiene claro: “Para empezar la Fórmula 1 no le cuesta al Ayuntamiento 50 millones de euros”, en alusión al coste que supuso el certamen náutico.
Barcelona “ha vuelto”, insiste Collboni. Pero, ¿molesta a alguien? ¿Tiene la ciudad el apoyo suficiente de las grandes empresas del IBEX?
“Creo que debemos decir dos cosas sobre eso. La primera y la más importante es que la ciudad va bien, con índices mínimos de paro históricos. Hay trabajo en Barcelona para las pymes, para los jóvenes, más allá del IBEX. Pero es cierto que hay gente que no esperaba el regreso de Barcelona ni que fuera tan rápido. Barcelona ha vuelto, tiene su espacio y genera oportunidades”, sentencia el alcalde de Barcelona, que ya mira hacia 2027 para ponerse “a disposición del partido, del PSC”, y ser, de nuevo, candidato a la alcaldía de la capital catalana.