Fachada de un edificio de Barcelona
Cómo ganar espacio en pisos pequeños de Barcelona cuando el alquiler no deja respirar
Te damos una serie de consejos que te permiten mejorar la calidad de vida cuando te faltan metros cuadrados de vivienda
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Con los precios de alquiler cada vez más altos y pisos en los que los metros cuadrados son un lujo, optimizar espacio en Barcelona se ha vuelto obligatorio. Según la última encuesta municipal, el pago medio de los inquilinos se sitúa en los 908 € al mes y la superficie media de las viviendas en torno a los 80 m2, con fuertes diferencias por barrio. A esto se suma un precio por m2 en máximos históricos, con 24 €/m2. Por eso, hay que saber cómo poder aprovechar cada centímetro de los pisos del centro del Barcelona.
Método rápido para ganar 10–15% de espacio útil
Antes de pensar en muebles caros, es mejor quitar lastre. En una vivienda media barcelonesa, el simple triage “quedarse-vender-donar-reciclar” libera mucho armarios y estanterías. Hay que ordenar por categorías y trabajar con límites: si no cabe en un único contenedor, mejor desecharlo.
Esta disciplina rinde especialmente en pisos de entre 22 y 40 metros cuadrados, donde cada objeto ocupa aire y dinero. Hay que tener en cuenta que la OCU ya ha detectado que mini-pisos de m² llegan a los 1.450 €/mes en la ciudad.
Verticaliza
Es bastante conveniente verticalizar el espacio, ya que ayuda a ganar algo más de espacio. Los altillos y las sobrepuestas en pasillos y dormitorios pueden servir para guardar maletas, nórdicos y cajas de temporadas. En trasteros y cuartos auxiliares, de contar con ellos, es conveniente dejar cierta holgura para poder acceder con facilidad y ventilar, evitando convertirlos en “habitaciones” extra.
Las baldas y las rinconeras también son bastante útiles, sobre todo en cocinas pequeñas. Aquí se pueden unificar botes y especias en bandejas giratorias e, incluso, colgar utensilios en rieles. Las camas y los sofás con cajoneras profundas y los contenedores debajo de un canapé elevable también sirven para contar un armario extra sin ocupar una pared.
Muebles que hacen doble o triple trabajo: en general, en uno de los mini-pisos que afloran en Barcelona, contar con muebles que tengan varios propósitos pueden ser más que rentables. Las camas abatibles verticales y los escritorios plegables pueden liberar entre dos y tres metros cuadrados de circulación diaria.
Cinco jugadas que cambian el día a día en tu cocina: convertir la cocina en un espacio mucho más vertical también es una forma de lograr ganar algún metro cuadrado extra. Levantando columnas hasta el techo, combinando horno, microondas y despensa, puede ayudar a ganar hasta un metro cuadrado de almacenamiento “vertical”. Dentro de los propios armarios, añadir cajones interiores puede ser una buena forma de no perder el fondo. Otras posibilidades a tener en cuenta pueden ser cambiar las puertas abatibles por correderas; o tener un fregadero con cubetas apilables que permita cocinar en unos centímetros cuadrados escasos.
Baños mínimos, soluciones máximas: opta por un mueble suspendido combinado con espejo‑armario para despejar visualmente y conseguir dos niveles de almacenaje. Plantea una ducha lineal con mampara fija de 80–90 cm: reduce perfiles, simplifica la limpieza y mejora el paso. Siempre que puedas, concentra las tomas en una pared húmeda única para ahorrar metros y rozas.
Trasteros sí, pero bien usados
Cuando la casa ya no da más de sí, el alquiler de trasteros en Barcelona puede ser el “anexo” que el alquiler no incluye. Debe utilizarse exclusivamente para almacenaje doméstico: nada de convertirlo en dormitorio, taller o cocina.
Antes de contratarlo, hay que asegurarse de que el espacio cumple con el Código Técnico de la Edificación y con la normativa autonómica y municipal de ventilación, resistencia al fuego, accesos y señalización. Además, el contrato debe ser claro, incluyendo inventario, seguro, horarios y prohibiciones.
Negocia con datos y gana metros con el casero
Negociar con el casero puede ser tedioso, pero a veces es la única solución cuando el alquiler medio está en 24 €/m². Se pueden proponer mejoras que dejen el piso mejor que como estaba al entrar, a cambio de una pequeña rebaja mensual o, como mínimo, un permiso por escrito para hacer los cambios necesarios.
Eso sí, cualquier intervención que se haga en la vivienda debería estar documentada y hay que acordar qué se deja allí en el momento de cambiar de residencia.
Si compartes piso o habitación, pacta “fronteras” de almacenaje
El auge del alquiler de habitaciones (con casos ya cerca o por encima de 1.000 €/mes) hace vital fijar espacios individuales (baldas, maletas bajo cama, un armario por persona) y un kit común (limpieza, básicos de cocina) en contenedores etiquetados. Rotar la “estantería caliente” del salón evita duplicados y discusiones.
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