La gente se pregunta: "¿Qué pasa si no pago la deuda?". Los créditos no son solo una forma conveniente de salir de una situación difícil, sino, ante todo, una responsabilidad. Es por eso por lo que te sugerimos leer este artículo para saber cuáles son las consecuencias si dejas un impago.

Préstamo, deuda y delito. ¿Cuál es la relación?

Parece que todo es sencillo a primera vista. Sin embargo, esto no es del todo cierto y aquí te explicamos por qué. Tomar los préstamos rápidos y liquidarlos permite a cualquiera resolver cualquier problema financiero. Cada préstamo debe ser reembolsado a lo largo del tiempo y, siempre que cumplas con los términos del contrato, no te surgirán problemas.

En caso de impago de las deudas de un préstamo personal, pueden producirse consecuencias desagradables en forma de intereses inflados y multas. Como mínimo, podrás figurar en la lista de deudores de ASNEF. Y en algunos casos, el impago doloso puede tener características de delito.

Fiabilidad de los prestamistas privados y los microcréditos

La gran mayoría de los préstamos concedidos se dividen en dos categorías: préstamos bancarios estándar y préstamos de organizaciones financieras (por ejemplo, prestamistas privados). Estas últimas son las empresas que no utilizan intermediarios, sino que prestan su propio dinero.

El préstamo es más sencillo. Si existe una necesidad tan urgente, esto ayudará a resolver el problema durante un tiempo determinado. Este tipo de préstamo es conveniente porque no es necesario proporcionar tantos documentos como en un banco normal.

Como muestran las estadísticas, en los últimos años, el número de préstamos concedidos ha ido aumentando. Esto se debe al hecho de que las entidades privadas están empezando a ofrecer condiciones crediticias más atractivas y facilidades para obtener un préstamo por una cantidad cada vez mayor.

¿Cuál es el riesgo si no pago un préstamo personal?

A primera vista, todo está bien, pero la facilidad para recibir una entidad de dinero también requiere responsabilidad hacia el acreedor. Pedir dinero prestado a entidades de confianza no debe tener consecuencias tan críticas en caso de impago de la deuda. Especialmente en lo que respecta al microcrédito o un préstamo personal.

En el caso de sanciones, puede que ser necesario devolver una cantidad mucho mayor que la originalmente cobrada. Sin embargo, al solicitar un préstamo a través de Internet, no sólo existe el riesgo de encontrarse con estafadores que pueden robar datos de tarjetas de crédito.

La adicción a la deuda asociada con la facilidad para obtener préstamos puede provocar una reacción en cadena. Préstamo tras préstamo, para pagar el anterior es una de las consecuencias de no pagar. Los préstamos por Internet conllevan mayores amenazas de endeudamiento que los préstamos bancarios convencionales. Sin embargo, esto es posible evitarlo con los suficientes conocimientos financieros y asumiendo la responsabilidad correspondiente y oportunidades asociadas.

Adolescentes y créditos

Los padres suelen preocuparse por el bienestar de sus hijos. Esto es bastante lógico, porque sólo quieren lo mejor para los suyos. La educación financiera de los adolescentes desempeña un papel importante en ello. La cuenta propia puede ser un buen empujón. Con el enfoque correcto, le permitirá ser más racional a la hora de gastar y ahorrar una entidad de dinero, y realizar una auditoría de sus propias finanzas. Sin embargo, también conlleva una amenaza manifiesta.

Como muestra la práctica, la mayoría de los adolescentes españoles disponen de una tarjeta de crédito para sus propias necesidades. El nivel de control es muy importante, porque puede utilizar irracionalmente fondos, algunos destinados a fines completamente diferentes a los inicialmente acordados.

Posibles consecuencias

Si la tarjeta de crédito está vinculada a una cuenta general, también pueden ocurrir gastos inesperados. Como resultado, los padres pueden enfrentarse a una situación desagradable de falta de fondos e incluso deudas.

Sin embargo, estos casos son raros y pueden evitarse. En primer lugar, es necesario enseñarle al adolescente conocimientos financieros y vincular la tarjeta de tal manera que sea posible utilizar solo aquellos fondos que se depositaron directamente en esta cuenta. Una limitación ayudará a evitar los problemas antes mencionados.

¿Qué hacer si no tengo dinero para pagar un préstamo personal?

Si surge una situación en la que no es posible pagar la deuda, existen varias opciones sobre qué hacer si se trata de un préstamo personal. En primer lugar, tienes que considerar todas las alternativas posibles y elegir la que no solo sea la más conveniente, sino también la más óptima para el futuro. La consolidación de deuda puede ser una de las soluciones. Consiste en que todos los préstamos se combinen en uno. Esto te permitirá controlarlo más fácilmente y pagar una cantidad fija cada mes.

Otra forma de salir de la situación, y bastante buena, es ajustar tu presupuesto para comprender qué parte de los ingresos se puede destinar a pagar el préstamo y qué gastos opcionales se pueden prescindir.

Si esto no es posible, quizás deberías pensar en buscar otra fuente de ingresos. O tómate unas vacaciones crediticias, de las que vale la pena hablar con más detalle qué hacer si no tienes capacidad de pagar un préstamo personal.

Vacaciones crediticias como solución óptima

Aunque lo mejor es que, si no estás seguro de tu capacidad para pagar la deuda, no pidas un préstamo, las situaciones son muy variadas. Circunstancias imprevistas pueden llevar a que tu capacidad de pago desaparezca total o parcialmente. Un ejemplo es cuando surgen problemas laborales o enfermedad. En este caso, tienes la oportunidad de tomarte unas vacaciones crediticias para no pagar la deuda durante un período determinado. Todo esto tiene sus ventajas y desventajas.

La ventaja es que es posible hacer una pausa directamente para no pagar deudas durante un período determinado. La duración de las vacaciones crediticias es muy variable y depende de la empresa. Sin embargo, bastará con pagar ciertos intereses sobre el préstamo. Esto permitirá reestructurarlo, aumentar sus plazos y reducir la carga mensual en la billetera.

Las desventajas incluyen la necesidad misma de pagar intereses. Es decir, en general, el monto total de la deuda a devolver será mayor. Aumentar la duración del préstamo también tiene un efecto negativo sobre el estado mental. Después de todo, a pesar de la sensación temporal de aliviar la carga financiera, ésta sigue existiendo, incluso por un período más largo.

Conclusión

Es necesario siempre tomar préstamos de manera responsable. Todo tiene sus consecuencias, por lo que debes valorar con mucho cuidado la necesidad de un crédito y tu propia solvencia. En caso de impago de las deudas, el prestatario puede enfrentarse a mayores intereses por la demora y responsabilidades ante el banco. No solo para no entrar en las listas de deudores. Especialmente si el préstamo está garantizado por una propiedad.

En caso de una situación crítica, puedes recurrir a abogados para buscar una salida a la situación. Pero lo mejor es abordar este tema de manera racional y solicitar un préstamo solo cuando estés seguro de poder devolverlo, teniendo en cuenta las dificultades que puedan surgir.

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