
Una mesa arreglada para una celebracióbn UNSPLASH
La diferencia entre una mesa cualquiera y una mesa con clase
Ya sea para una celebración, o para su uso diario, vestir una mesa con elegancia consigue resaltar cualquier reunión alrededor de una comida
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Hay mesas de todo tipo, y luego está una categoría especial: las mesas con clase. Para quienes entienden el arte de recibir y aprecian el lujo en los pequeños detalles, la diferencia de escogerlas es evidente. Y es que, más allá de poner platos y copas sobre una superficie, se trata de crear una experiencia, un momento, un recuerdo imborrable.
Pero, ¿qué convierte a una mesa común en un espacio digno de admiración? A continuación, te desvelamos el secreto.
Materiales exclusivos
El punto de partida es la elección de los materiales. Aquí hay opciones como madera de nogal, mármol italiano y hasta cristal tallado a mano. Todos estos materiales tienen algo en común: son hermosos, transmiten solidez, tradición y un gusto exquisito por lo auténtico. Para completar la escena y hacer que tomar cada comida sea una verdadera experiencia, suma, por ejemplo, cubiertos de plata, cristalería fina y porcelana de Limoges.
Cuida el diseño para crear armonía
Una mesa con clase se refleja en líneas limpias, proporciones perfectas y acabados impecables. Cada elemento del diseño está pensado para armonizar, sorprender y deleitar. Aquí nada sobra, sino que, las sillas, los centros de mesa, la iluminación… todo aporta. No obstante, hay que saber encontrar el equilibrio entre funcionalidad y estética.
Un elemento que no puede faltar: el mantel resinado
Hay un detalle que muchas veces pasa desapercibido y que, sin embargo, es determinante para diferenciar una mesa cualquiera de una mesa verdaderamente impecable. Nos referimos al mantel, pero no a cualquiera, sino un mantel resinado, el aliado secreto de quienes buscan excelencia sin renunciar a la practicidad.
Gracias a que ha sido tratado con una capa de resina, tiene un acabado antimanchas que permite disfrutar de una mesa siempre en buen estado. De esta manera, ya sea que caiga vino tinto, salsa u otro alimento sobre el mantel, este permanecerá intacto.
Por supuesto, los manteles resinados no solo sirven para proteger, sino también para embellecer. Están disponibles en variedad de texturas y estampados sofisticados que se adaptan a cualquier estilo. Además, su fácil limpieza te permite dedicar más tiempo a tus invitados y menos a las tareas domésticas, sin sacrificar jamás la estética.
Una mesa con clase es una experiencia
Una mesa con clase es una invitación a quedarse, disfrutar y conversar. Además, es un reflejo de tu personalidad, tu aprecio por la excelencia y tu deseo de crear momentos memorables. Sin embargo, no se trata de ostentar, sino de cuidar cada elemento para conseguir un ambiente donde la belleza y la comodidad se encuentren.
En el mundo del lujo, el verdadero valor radica en la experiencia. Y, una mesa con clase es ideal para que esta sea inolvidable, pues es el mejor lugar para las grandes ocasiones y celebraciones especiales, pero también para los pequeños momentos cotidianos que, con los detalles adecuados, se vuelven extraordinarios.
Recuerda esto: el lujo está en los detalles y en la experiencia de compartirlos con quienes quieres y te importan.
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