La residencia de Fundació Casa Asil está al límite. Desde el inicio de la pandemia, en el equipamiento del barrio de Sant Andreu del Palomar han muerto 31 personas, informan los responsables del centro barcelonés.
Del total de los fallecimientos, de los que ya informó Metrópoli Abierta días atrás, solo en seis casos se ha podido demostrar de forma fehaciente que es a causa del coronavirus, subraya la fundación en su página web. Las muertes se han producido desde el pasado día 11.
NECESIDAD DE HACER PRUEBAS
Una de las peticiones que lanza la fundación que gestiona la residencia al departamento de Salut de la Generalitat es la necesidad de hacer "con celeridad" las pruebas al resto de ancianos ingresados.
"El pasado sábado, los bomberos de Barcelona desinfectaron nuestra residencia con el objetivo de reubicar en espacios seguros a los residentes sin síntomas de los que sí que tienen". Pero la fundación considera que la actuación servirá de poco si no se conoce el estado de salud de los residentes y su variación "con el objetivo de protegerlos".
57 PROFESIONALES EN CASA
El centro también pide que las pruebas se puedan practicar a los profesionales que atienden a los ancianos. "Sin ser conscientes, pueden transmitir el virus a los residentes y a otros compañeros". Por ahora, 57 trabajadores de la residencia se encuentran en sus casas, algunos de ellos con síntomas compatibles con el coronavirus. La residencia pide que a estos empleados les hagan el test para saber cuántos pueden volver a trabajar. "Ante la escasez de personal, nos iría muy bien".
Especialmente grave, afirman los responsables de la Fundació Casa Asil, es la falta de personal médico y de enfermería. "Todo nuestro equipo, formado por un médico, la responsable de higiene y cinco enfermeras han tenido que quedarse en casa. En dos casos se han podido hacer las pruebas y han dado positivo".
103 INGRESADOS
El centro, que tiene actualmente a 103 ancianos ingresados, recibe la ayuda del persona sanitario de CUAP Casernes y de Mutuam, pero asegura que es del todo insuficiente para cubrir todos los turnos y horas.
La Fundació Casa Asil pide incrementar el número de derivaciones de ancianos. Hasta la fecha, el centro ha podido hacer 25. Otras nueve familias han pedido llevarse a sus ancianos a casa, pero para que esto sea posible, los ingresados tienen que dar negativo en las pruebas, que siguen sin hacerles.
La residencia ha recibido distinto tipo de material para que los profesionales se puedan proteger, desde gafas a mascarillas. Lo que más les faltan son guantes.
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