La investigación del suicidio de Kira sigue abierta más de un año después de su muerte. La adolescente, que se precipitó desde su edificio antes de ir a la escuela el 19 de mayo de 2021, "sufrió episodios de bullying que le llevaron a tomar la decisión", según asegura su entorno.
A pesar de que desde el colegio –Pare Manyanet Sant Andreu– han asegurado en repetidas ocasiones a Metrópoli que "no hay indicios que demuestren que la joven sufrió acoso escolar en el centro", el entorno de la niña asegura tener pruebas que "demuestran que Kira sufría bullying en el Manyanet y la escuela lo sabía" y las ha cedido a este digital.
Los fundamentos que se exponen en este artículo son, de hecho, las bases "que hicieron que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona se posicionaran contra el Manyanet en la investigación". Además, son las "claves" para vincular la muerte de la joven con la escuela y se presentaron desde un primer momento al Síndic de Greuges y al Departamento de Educación.
CORREO ELECTRÓNICO
Una de las pruebas más significativas en la investigación es un correo electrónico que recibió la joven nueve días después de su muerte a través del Classroom –sistema operativo de muchos centros educativos–. En el mensaje se podía leer en el asunto "muerte" y en el texto "muere".
Desde un principio, la familia vinculaba el correo a alguno de los alumnos del Manyanet –ya que eran los únicos con acceso a la plataforma, además de los profesores–. Recientemente, los Mossos d'Esquadra han confirmado al entorno que el correo electrónico lo envió alguien del entorno escolar. Según los familiares de Kira, "El Manyanet se ha negado a condenar este hecho y no se ha activado ningún protocolo para proteger al resto de alumnos".
No obstante, desde el centro, a pesar de que no se han centrado únicamente en la plataforma digital, explican a este medio que "se ha hecho un seguimiento exhaustivo a muchos alumnos de la escuela" porque "están claramente afectados tras los hechos".
AVISOS PREVIOS
El 4 de junio de 2019, poco menos de dos años antes del suicidio, María José López, la madre de la joven envió un correo al centro tras varios sucesos "alarmantes" que ocurrieron en el entorno escolar. Una tarde, el coordinador J.M "aplicó un castigo únicamente a Kira y se encerró a solas con ella durante dos tardes amenazándole con humillarle en el teatro del colegio delante de los compañeros si contaba algo de lo que pasaba allí dentro", según "pudo saber" la familia de la joven.
Según López, ese día Kira regresó a casa con un ataque de pánico y diciendo "que no merecía vivir porque no tenía perdón". Una vez abierta la investigación, "el colegio no presentó pruebas de las actividades que realizó la alumna durante las dos tardes en las que supuestamente se produjeron los hechos".
CORREO ELECTRÓNICO
En el mensaje que envió José Manuel hacía referencia a un episodio en el que Kira participó en "una broma pesada entre compañeros" y, según creía su entorno, "la repercusión del castigo en ella fue mucho peor que en el resto".
En el tratamiento del conflicto, la familia consideró que "no se estaba haciendo bien el protocolo" y mostró su preocupación por ello en varias llamadas y correos al centro.
ACOSO ESCOLAR EN PARVULARIO
Además, en el email también hacen referencia a episodios "probados" de maltrato escolar psicológico y físico hacía Kira en P5. "No entiendo por qué mi hija en P5 tuvo que esperar más de un año a que la escuela hablara con un grupo de niños y sus padres por acoso. Ella había salido con moratones en el cuerpo de los golpes que le daban, le decían que la semana siguiente moriría porque le tirarían por las escaleras, le habían cortado la coleta entera en clase y le habían roto la mochila, le insultaban y se reían de ella todos los días por ser tímida o porque le costaba pronunciar", escribieron.
"Fue un absoluto infierno y el protocolo fue inexistente hasta que M.C (una profesora) primero y todos los profesores que tuvo después en primaria hicieron un esfuerzo por pararlo. Todavía guardo la agenda con las notas a la profesora, recuerdo las terroríficas reuniones y debo tener todavía las fotos con los golpes en la espalda y resto del cuerpo. Un infierno", añaden sus padres.
La familia de la joven también ha aportado el informe de evaluación de ese mismo curso escolar, en el que se puede leer: “No sabe resolver sola situaciones que surgen en el patio o en la clase. Delante de cualquier dificultad se bloquea, llora y pide ayuda a la maestra. Se relaciona con un grupo reducido de compañeras e intenta acaparar su amistad".
TESTIMONIO DE VOZ
Otra de las pruebas es una grabación que Kira registró seis meses antes de su muerte en un documento audiovisual que realizó para una de las actividades del Bachillerato Dual Americano que cursaba.
Se titulaba Like Crumpled Paper (como papel arrugado) y relató su experiencia con el bullying en el Manyanet Sant Andreu y cómo le había afectado emocionalmente, confesando el miedo perpetuo a que pudiera pasar de nuevo. El nombre se debe a que considera "imposible" devolver un papel a su forma original después de haber sido aplastado y pisoteado.
RECOGIDA DE FIRMAS
Coincidiendo con el aniversario de la muerte de su hija, su padre lanzó una petición para recoger firmas con el objetivo de implementar una ley de acoso escolar en el Ministerio de Educación.
La iniciativa, impulsada en change.org, ya acumula más de 130.000 firmas y pretende alcanzar las 150.000 firmas.