Este jueves, 19 de mayo, hace un año que Kira López, una joven de 15 años que era alumna del Pare Manyanet de Sant Andreu –Jesús Maria i Josep–, decidió quitarse la vida cuando salía de casa para ir a clase. Su entorno no tiene ninguna duda: el detonante del suicidio "fue el bullying en el centro".
De hecho, con el paso del tiempo, la familia de Kira ha acumulado pruebas y testimonios que han destapado el lado más oscuro de la escuela y refuerzan su teoría. "Las casualidades no existen", aseguraba María José López, madre de la adolescente a Metrópoli el pasado septiembre.
Actualmente la acusación popular continúa buscando pruebas para demostrar que la adolescente sufría bullying y que la escuela no activó los protocolos pertinentes. No obstante, el caso de Kira va más allá: "a fecha de hoy no se descarta ni el acoso escolar ni posibles abusos sexuales como precedentes a su muerte, dadas unas inquietantes coincidencias que fueron denunciadas a Mossos y están siendo investigadas", explica José Manuel López, el padre de la joven. El centro, por su parte, ha negado los hechos reiteradamente.
GENERALITAT Y AJUNTAMENT
Mientras la investigación sigue abierta, la Generalitat se personará como acusación contra el Manyanet, según informó el pasado marzo.
El Ayuntamiento, que recientemente informó que estudiaba personarse, también ha confirmado su colaboración y el juzgado ha admitido al consistorio como parte esta semana, según han informado fuentes cercanas al caso a este digital.
Preguntados por este medio, el colegio ha explicado que el consistorio "no ha notificado la personación al colegio". "Cuando el regidor de Educación del Ayuntamiento pidió explicaciones en Twitter, la escuela y el AMPA solicitaron una visita para darle explicaciones o visitar la escuela y no se dignó a contestar", han añadido desde el centro.
FRENTES ABIERTOS
Paralelamente a la investigación sobre el acoso escolar, la familia incide en los posibles abusos sexuales como precedente a su muerte. Según María José, en 2017 varias familias del centro denunciaron presuntas actitudes pedófilas hacia sus hijas por parte de uno de los tres miembros de la pastoral. Unas conductas que, según la familia de Kira, también podrían haber afectado a la joven tras constatarlo en unas conversaciones de móvil con una amiga que localizaron tras su muerte. Además, el cura de los 39 GB de violaciones infantiles también estaba en el centro en esas fechas.
Tras realizar una nueva petición al Síndic de Greuges de Catalunya sobre la cuestión, el pasado jueves, 12 de mayo, la institución aseguró a la familia que harían la pertinente petición al Departamento de Educación para que se investiguen los hechos. En el escrito, el Síndic "alerta" sobre la necesidad de tomar medidas con el colegio y, sobre todo, con el tercer miembro de la pastoral que tuvo acercamientos hacia la víctima.
Según explica su madre, el acusado "encerró a solas a Kira durante horas y le amenazó con humillarle delante de sus amigos y compañeros en el teatro del colegio si explicaba algo de lo que iba a pasar allí".
RESPUESTA DEL CENTRO
Con la investigación del suicidio abierta, la dirección de la escuela hizo unas declaraciones públicas al respecto que indignaron a la familia de Kira. Pese a que el centro insistió en que hay asuntos que no "tratará en los medios de comunicación", el padre Josep Maria Taulats, su director, explicó que el Pare Manyanet siempre mostró su disposición para ayudar a la familia. Ante dichas afirmaciones, José Manuel aseguró a Metrópoli que "todo lo que dicen es mentira".
Taulats, en una entrevista en la publicación trimestral de la Congregació de la Sagrada Família, confirmó que "enviaron una nota de condolencia a la familia y a toda la comunidad educativa". No obstante, López negó esta disposición por parte del centro y añade que "no dedicaron ningún espacio" a su hija ni hicieron ningún acto en la escuela.
Este jueves, el padre de la adolescente ha iniciado una reclamación en la plataforma Change.org para pedir al Ministerio de Educación un protocolo nacional contra el acoso escolar. En menos de 24 horas, la iniciativo ha recogido 70.000 firmas. "Mi hija se suicidó con 15 años. El bullying no es cosa de niños", advierte este padre en la petición, en la que recuerda que, en el año 2020, se suicidaron en España 61 menores de edad.
AMENAZAS POR CORREO ELECTRÓNICO
Otra de las quejas principales de José Manuel es que el colegio insiste en presumir de que "no tienen ninguna denuncia" por acoso escolar. Según relata el afectado, por su parte le constan dos denuncias y una querella judicial por tratar de ocultar el bullying. Además, "en los últimos tres cursos se ha activado ocho veces el protocolo contra el acoso escolar", a pesar de que el equipo directivo insiste en que "ha sido en los últimos 10 años", según explica la madre de la joven fallecida.
Una de las denuncias está relacionada con la desaparición de un reloj Apple Watch que llevaba Kira, el cual no han podido encontrar tras su fallecimiento. Este reloj, junto a un correo electrónico que recibió Kira en el servidor interno del centro –al que solo tienen acceso sus alumnos y profesores– en el que se podía leer "Muere" son algunos de los indicios clave en la investigación en marcha.
SILENCIO SOBRE LOS ABUSOS SEXUALES
En una publicación de la Congregació de la Sagrada Familia, el padre Taulats aseguró que no diría "nada a través de los medios de comunicación" sobre los presuntos abusos sexuales.
En este sentido, desde la escuela dicen que entienden "que una familia quiera buscar respuestas a una situación tan trágica como esta". No obstante, Taulats dice que no entiende que se focalice "solo en el ámbito escolar" y añade que "no tiene ningún sentido entrar en un debate mediático". Ante estas declaraciones, López explica que es "indignante como se esquivan este tipo de temas".
OTROS CASOS
Más allá de las "pruebas" que se focalizan en Kira, los padres de la joven han descubierto que no se trata de "un caso aislado". El caso de Óscar García Turón, un joven de 19 años que se suicidó en el Manyanet de Les Corts, tiene "muchos puntos en común" con la adolescente, sobre todo en los presuntos abusos sexuales.
Además, hay más frentes abiertos en el centro de Sant Andreu. Se refiere, sobre todo, a Pilar Hernández, una madre que está inmersa en trámites contra el Manyanet por la experiencia de su hija en ese colegio. Por otro lado, varios exalumnos del centro han roto su silencio para "hacer justicia", como Paula, una chica de 25 años que aseguró a este medio que sufrió episodios de bullying, abusos sexuales e incluso "faltas de respeto" por parte de los profesores.
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