Casas baratas del Bon Pastor, motivo por el que Colau se enfrenta a una querella / AJ BCN

Casas baratas del Bon Pastor, motivo por el que Colau se enfrenta a una querella / AJ BCN

Sant Andreu

Empieza la demolición de las últimas 'casas baratas' de Bon Pastor con desalojos pendientes

El Ayuntamiento de Barcelona inicia las primeras acciones para el derribo, mientras espera la desocupación de las pocas viviendas que aún están habitadas

21 febrero, 2024 16:19

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El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado la demolición de las últimas casas baratas de Bon Pastor, marcando el fin de una remodelación que comenzó en 2003. La Guardia Urbana ha vallado las últimas manzanas, algunas aún habitadas, mientras el distrito de Sant Andreu reconoce la ocupación ilegal de algunas viviendas.

Antes del verano

Aunque las excavadoras no han comenzado, se anticipa una fase inicial de selección de residuos, y la presidenta de la Asociación de Vecinos del Bon Pastor espera que la demolición esté completa antes del verano. Los últimos residentes con derecho a realojo fueron trasladados en 2023.

También se han concedido unos pisos sobrantes para desdoblar familias amplias del Bon Pastor y por otras necesidades. Queda pendiente la quinta y última etapa de las obras para edificar nuevas viviendas en el barrio, que se erigirán sobre los solares de los hogares que se derrumbarán en breve.

Pisos de protección oficial

La presidenta de la Asociación de Vecinos del Bon Pastor, Paquita Delgado, explica que se construirán tres torres de pisos de protección oficial y un edificio más, con "el compromiso de que sean viviendas tuteladas para personas mayores", indica.

Mientras tanto, la dirigente vecinal comenta en qué consistirán las labores de los próximos días: "Nos han dicho que tienen que abrir las viviendas tapiadas para hacer selección de los residuos. No es como se hacía antiguamente, que entraban y derribaban. Ahora seleccionan madera, hierro…".

Reclama que la operación esté cuanto menos avanzada "antes de que apriete el calor": "Si van a ritmo caribeño, insistiremos. Lo que nos da miedo es que, entre la sequía y si se echan desperdicios, salgan ratas. No nos preocupa tanto tener unas viviendas al lado medio derruidas, sino la salubridad".