Barcelona ha recuperado los locales que estaban ocupados por los miembros de la entidad paramilitar Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios. Tras culminar el proceso de desocupación el pasado mes de julio, la ciudad da un paso más en la reconversión de los antiguos cuarteles de Sant Andreu.
La entidad paramilitar, formada por exmiembros de la Legión Española, había estado en el lugar desde 2013, pero la cesión de los terrenos a este colectivo finalmente fue anulada por el Consorci de la Zona Franca (CZF) a petición del Ayuntamiento, que ahora podrá impulsar la transformación urbanística de la zona, que incluye la construcción de viviendas.
Un largo proceso judicial
El desalojo, que se culminó en julio de este año, pone fin a un largo proceso judicial que se remonta a 2022, cuando el Ayuntamiento y el Consorci de la Zona Franca iniciaron los trámites para recuperar los terrenos que, según el acuerdo de 2013, debían haberse cedido al consistorio libres de ocupantes y de edificios.
El desacuerdo surgió cuando los legionarios rechazaron una indemnización de 12.600 euros para abandonar el local que ocupaban, lo que obligó a la Junta de Compensación a recurrir a la vía judicial para ejecutar la sentencia de desalojo. Finalmente, la orden fue ejecutada el 3 de julio de 2024, y el espacio quedó libre de ocupantes.
Edificio de las casernas donde están los legionarios
HUGO FERNÁNDEZ
Construir vivienda
La cesión de los 5.000 metros cuadrados de terreno, ubicados en el Paseo de Torres i Bages, permitirá que el Ayuntamiento de Barcelona continúe con los planes para transformar este emblemático espacio militar en un área urbana con nuevos desarrollos residenciales. A pesar de los intentos de renovación desde hace más de una década, el proyecto había sufrido varios retrasos debido a la presencia de los ocupantes.
En total, dos de las hermandades vinculadas a antiguos miembros de la Legión Española ya habían aceptado indemnizaciones y dejado los locales en años anteriores, lo que permitió avanzar en la recuperación de los terrenos. Ahora, con la salida de los últimos ocupantes, la transformación de los cuarteles de Sant Andreu se puede reactivar, con la construcción de viviendas como uno de los proyectos clave.