El tramo de la calle Pere IV entre Roc Boronat y Bilbao ha estrenado este viernes su nueva imagen. Tras finalizar las obras, el Ayuntamiento ha procedido a inaugurar un espacio urbano que ha perdido dos carriles de circulación para vehículos, pero que cuenta ahora con aceras más amplias y carril bici.

Esta es la primera fase del proyecto de reurbanización de la calle Pere IV, que continuará en 2018 con las obras en el tramo entre la Rambla de Prim y Selva de Mar, que contarán con un presupuesto de 12 millones de euros. La remodelación del espacio inaugurado este viernes han supuesto un coste de poco más de siete millones de euros para el consistorio de Barcelona.

La nueva Pere IV cuenta con un entorno pacificado y con prioridad para el peatón y la bicicleta. De los tres carriles para coches que había antes sólo queda uno, dirección Besòs, e incluye otro carril, en el lado mar, destinado a zonas de carga y descarga, aparcamiento de motos y otros servicios.

Según Janet Sant, teniente de alcalde de Ecología Urbana, Urbanismo y Movilidad, "esta es una transformación que encarna muy bien con los valores de la ciudad de Barcelona. Nuestro objetivo es una ciudad para vivir". El tramo reformado comprende 559 metros de longitud.

Las autoridades visitan el tramo reformado de la calle Pere IV / AJUNTAMENT DE BARCELONA



Entre las novedades del tramo remodelado de Pere IV también destacan la recogida neumática de basuras, las nuevas alcantarillas, las mejoras en la pavimentación o el nuevo moviliario urbano.

Cuando finalicen las obras en todos los tramos de Pere IV, el Ayuntamiento de Barcelona prevé implantar 16 paneles que recordarán el pasado industrial del Poblenou. Este proyecto de recuperación de la memoria del barrio está impulsado conjuntamente por el distrito de Sant Martí y el Museu d'Història de Barcelona. Los paneles contendrán imágenes históricas e información para interpretar el paso del tiempo en este espacio concreto.

Paralelamente a estas obras, también se reurbanizará este verano la calle Almogàvers, entre Llacuna i Roc Boronat, con un presupuesto de poco más de un millón de euros. Las obras pretenden dar, al igual que en Pere IV, prioridad a los peatones y apostarán por zonas de juego infantiles, bancos y un nuevo arbolado.

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