Barcelona incorpora 30 motos eléctricas a la flota de la Guardia Urbana en Gràcia y Sant Martí, con las que se duplica la flota de estos vehículos de la policía municipal y alcanza un 26% del total.
El comisionado de Seguridad del Ayuntamiento, Amadeu Recasens, ha explicado este jueves que se sustituirá progresivamente toda la flota de motos de gasolina por vehículos eléctricos de 'renting', con el objetivo de hacer más sostenible la movilidad de los agentes y lograr mejoras medioambientales significativas. Se prevé que en 2018 se sustituyan siete motos más de gasolina por otras nuevas eléctricas.
Cada moto de la Guardia Urbana recorre unos 4.000 kilómetros al año, con un consumo medio de 405 litros de gasolina, por lo que la incorporación de las 30 motos eléctricas permitirá ahorrar casi 13.000 litros de combustible.
El modelo es la BMW C Evolution, un vehículo de cero emisiones con una autonomía de 160 kilómetros. Puede alcanzar una velocidad máxima de 129 km/h y pesa unos 300 kilos. Dispone de tecnología GPS, una maleta posterior de 40 litros y de una batería adicional para la alimentación de todo el equipamiento policial.
"Estas motos admiten más de 4.000 recargas y la experiencia en el Eixample nos indica que tienen pocas averías", ha dicho Recasens, que ha indicado que la moto es fácil de llevar.
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