Una simple llamada de teléfono al 112 ha podido evitar que dos peligrosos ladrones desvalijaran un piso en el distrito de Sant Martí y que fueran pillados in fraganti por los Mossos d'Esquadra y posteriormente detenidos. La pareja de delincuentes la formaban dos jóvenes de 28 y 26 años, respectivamente, de nacionalidad georgiana, que estaban especializados en asaltar viviendas por el procedimiento del bumping, que consiste en introducir una llave especial en una cerradura y forzarla de un martillazo.
Los hechos sucedieron la noche del pasado 4 de mayo, según han informado los Mossos d'Esquadra. Un vecino descubrió casualmente a una persona que estaba escalando por la fachada del edificio y se dirigía hacia una ventana y llamó de inmediato a emergencias. En solo unos minutos, una patrulla de los mossos vestidos de paisano se acercó al lugar a tiempo para sorprender a uno de los dos ladrones forzando la persiana de una vivienda con un objeto metálico para intentar entrar en ella, mientras el otro vigilaba desde la calle.
Al detectar la presencia policial, los dos ladrones emprendieron la huida pero fueron atrapados por los agentes a pocos metros. Pero la detención no fue fácil. Ambos detenidos mostraron una fuerte resistencia para impedir su arresto y uno de ellos incluso golpeó en la cara a uno de los policías. Tras la captura, los agentes les decomisaron varias joyas y relojes y la llave especial que utilizaban para forzar las cerraduras con el procedimiento del bumping.
EN LIBERTAD CON CARGOS
Después de pasar a disposición judicial, los dos hombres de nacionalidad georgiana fueron puestos en libertas con cargos, acusados de un robo con fuerza. Al delincuente que agredió a uno de los Mossos d'Esquadra durante el arresto se le imputa también un delito de atentado a los agentes de la autoridad.