Éxtasis merengue en la casa de Juanito
Crónica en blanco de la 13ª Champions en la Peña Madridista Juan Gómez de La Verneda
27 mayo, 2018 04:25Noticias relacionadas
A la media parte, la Peña Madridista Juan Gómez 'Juanito', fundada por un grupo de amigos madridistas en el año 1992, en el barrio de La Verneda, en Barcelona, es un pequeño funeral. El Liverpool no tan sólo ha aguantado al Real Madrid, sino que ha dado la imagen de ser un equipo capaz de ganarle esta Champions.
Algunos de los 150 presentes -repartidos entre la planta principal y la baja- salen a fumar a la terraza que da a la entrada de la calle. La mayoría no ve bien lo que está pasando en esos momentos en Kiev.
“Es que Isco no ha hecho nada, oye. Yo lo cambiaba”, dice uno. “Para mí que Zidane no ha sabido leer el partido. Tiene que cambiar algo para la segunda parte”, tercia otro. “¿Poner a Bale? Necesita espacios para correr, y está siendo un partido muy apretado. No lo veo”, apunta un tercero. Mal rollo y un resumen poco satisfactorio de lo que ha sido la primera mitad para una final en la que se la creían muy felices: favoritos para ganar la decimotercera Copa de Europa.
Al Madrid se lo habían comido los 'rojos' ingleses con un juego pasional impuesto por el alemán Klopp; el Vollgasfussball, que puede resumirse en: salir a toda leche, presionar hasta en la ducha, meter la pierna y ganar metros como en una guerra de trincheras. El Madrid, a pesar de tener más posesión, es un equipo irreconocible.
Alguien reclama el 'espíritu de Juanito' para paliar la situación. No en vano, estamos en la peña que lleva su nombre, la del santo y seña de las últimas décadas del siglo XX, cuando el Madrid no ganaba la Copa de Europa, pero sus duelos continentales -especialmente contra el Bayern de Matthaus- eran un rifirrafe de pasiones desatadas. La misma peña -que alberga además la Federación de Peñas Madridistas de Cataluña- cuenta que, sin duda alguna, la cena mas emotiva celebrada en la sede social fue a la que asistieron la viuda y los hijos de 'nuestro querido Juanito'.
Empieza la segunda parte y, al poco, un error monumental del portero alemán de los ingleses, Loris Karius, propicia el gol de Benzema que abre la lata. La jugada es tan inverosímil que cuesta creer que es el 1-0. La reacción en la peña es una mezcla de incredulidad y jolgorio. Y sí, el árbitro concede el gol, aunque parezca que el tiempo se ha detenido y que no es posible una jugada tan increíble. La sede central merengue en Barcelona estalla de júbilo. Es el gol que todos esperaban y, a pesar del calvario de la primera parte, renace la esperanza de conquistar la 13ª...
Pero, al poco, empata el Liverpool en un córner raro. Raro porque cuesta entender que Mané remate tan solo, sin que le encime el revoltoso Marcelo. ¡Mazazo en la peña! Pocos minutos han gozado de la ventaja, y vuelve el miedo rojo. Entonces se reclaman más cambios, y parece que Zidane les escucha desde Ucrania, porque decide sustituir al extrañamente inoperante Isco por Bale, el que uno no quería porque no iba a tener espacios... Pues a la primera, empala una chilena vertiginosa que se traduce en el 2-1.
Explota el local de La Verneda: ¡Goooooooool! Golazo comparable al del Zidane jugador en aquella final de Hampden Park ante el Bayer Leverkusen, aquella volea que empalmó tras un centro de Roberto Carlos que venía del cielo; o, más parecido, la chilena de Cristiano que medio clasificó al Madrid en Turín, para colocar un 0-3 ante la Juve en la ida de semifinales. Si aquello fue un milagro, lo de Kiev empieza a tomar ese cariz sobrenatural, tan madridista cuando juega en Europa: primero, la lesión de Salah; luego, la 'cagada' de Karius y, ahora, el golazo celestial del galés. Pero aún faltaba otro...
Todavía con el corazón en un puño, porque la final no está lista del todo para sentencia, los habitantes de la peña no podían ni soñar con un 3-1 tan estrambótico: Bale que dispara desde su casa, un buen chute, sí, pero un balón fácil para Karius que...¡se le escurre de las manos, p'adentro!
Otra vez sensación de inverosimilitud, otra vez volver a ver la repetición, porque esto es increíble, oyes, no puede ser que haya sido gol. Pero sí, es el 3-1 decisivo, y este cuento se acabó. El Madrid, que tiene la 13ª en la mano, con Asensio jugando los minutos basura, Bale exultante y Cristiano... Ronaldo empequeñecido, buscando un gol que le ponga en situación de Balón de Oro, pero que nada, tú. Y cuando tiene la ocasión para el 4-1, ¡va un espontáneo y salta a la cancha! Para morirse.
Pitido final. El Madrid, que gana su torneo predilecto, éxtasis en la peña, más rondas de cerveza, abrazos y parabienes, porque la noche no ha hecho más que empezar en este pequeño reducto de irreductibles merengues en plena Barcelona pintada de amarillo indepe, como la aldea de Asterix...
Y, en medio de todo, de todos, parece revivir la foto del inmortal Juan Gómez, Juanito ('illa, illa, illa, Juanito maravilla'), en blanco y negro, como las viejas copas de Europa madridistas que él, curiosamente, nunca pudo ganar en vida.