Practicar nudismo en Barcelona no es tan fácil como puede parecer. Una ciudad tan progresista en determinados aspectos se mantiene muy lejos de la mayoría de las ciudades europeas en el tema del nudismo. De hecho, en los poco más de cuarto kilómetros de playas que abren la ciudad al mar, tan solo se puede practicar el nudismo en una franja que apenas alcanza los 100 metros. Y, además, es una zona de paso para cualquier persona y, en los últimos tiempos, una zona especialmente concurrida por el colectivo gay, cuya masiva presencia al lado de la playa nudista y los comportamientos de algunos de sus miembros ha despertado un enorme malestar entre el colectivo nudista.
Desde hace tiempo, este colectivo lucha para que se mejoren las condiciones en las que se ven obligados a practicar su afición. Sin embargo, nunca han encontrado el apoyo necesario en las administraciones. Es más, creen que en lugar de avanzar, se están dando pasos en la dirección contraria a convertir Barcelona en una ciudad nudista.
Actualmente, en Barcelona solo hay un lugar público en el que se puede practicar el nudismo, es una pequeña franja de playa situada en la Mar Bella. También suele practicarse en la playa de San Sebastián, pero en este caso es una cuestión de costumbre que de legalidad, y en algunos días en horario nocturno en las piscinas Picornell. Esta falta de espacios hace que sean muchos los nudistas de Barcelona que prefieran dirigirse a otros poblaciones cercanas, tanto del Baix Llobregat como del Maresme, para practicar nudismo con más tranquilidad.
LEGISLACIÓN RESTRICTIVA
El presidente del Club Català de Naturisme, Segimón Rovira, asegura que no son muchas las localidades de la costa en las que es más fácil practicar nudismo que en Barcelona. “Aquí hay una legislación muy restrictiva respecto al nudismo, legislación que no existe en otras poblaciones. Y por eso hay gente que prefiere coger el coche e irse fuera de la ciudad”.
Las razones para ello sin variadas. Una de ellas obedece al hecho de que la playa nudista es lugar de paso para los que los nudistas llaman 'textiles' (personas que van en bañador). “Somos conscientes de que los espacios en los que se permite el nudismo en Barcelona son insuficientes. Pero, pese a ello, no pedimos más espacio, lo único que queremos es que se respete el espacio en el que se permite practifcar el nudismo”.
Y aunque han hecho llegar sus propuestas al Ayuntamiento, ni siquiera han recibido una respuesta. “Por eso ahora queremos hablar con la Síndica, para ver si se puede hacer algo. Sabremos que la situación no es cómoda, sobre todo para nosotros que somos una minoría”.
MIRONES
El respecto por los lugares designados a los nudistas no es un capricho. Además de la ocupación por parte de los gais del espacio y de que llevan a cabo ciertas prácticas sexuales a la vista de todo el mundo, entre los nudistas, sobre todo entre las mujeres, se ve con cierta incomodidad como algunos 'textiles', sobre todo hombres, se sitúan cerca del espacio nudista y miran con descaro a las mujeres que practican el nudismo. “No es nuevo para nosotros, pero sí que es incómodo. Hay personas, sobre todo mujeres, que han dejado de venir ya que no quieren sentirse observadas. Hay mirones a nuestro alrededor y aunque intentes olvidarte, la verdad es que resulta complicado, sobre todo porque a veces hacen comentarios inapropiados”, dice Segimón.
Para evitar que cosas como estas continúen sucediendo, han pedido al Ayuntamiento que señalice la playa adecuadamente, para evitar confusiones entre las personas que quieren acceder a la playa. ”La señalización actual es ridícula y hemos pedido que se haga constar con claridad que es una zona nudista de la playa, aunque por el momento, ni en esto nos hacen caso”.