El futuro de la playa para perros que el Ayuntamiento de Barcelna ha instalado los dos útimos años en la playa de Llevant, en el distrito de Sant Martí, no está nada claro. Si se hubiera mantenido el mismo calendario que en los dos años anteriores, el recinto debería estar en funcionamiento desde el pasado 1 de junio.

Los responsables el Ayuntamiento argumentan que están en periodo de estudiar las alegaciones presentadas, pero la verdad es que el proceso se inició lo suficientemente tarde para que no se pudera reabrir el 1 de junio bajo ninguna circunstancia.

De hecho, el proceso legal se inicio el 11 de mayo, aunque no se publicó en la Gaceta Municipal hasta el 16 del mismo mes, y en el mismo anunció se daba un plazo de 30 días para presentar alegaciones, es decir, hasta el 15 de junio. Así que difícilmente se podìan cumplir los plazos anunciados por el propio consistorio. Y resulta evidente que si el proceso se hubiera iniciado con anterioridad, sí se hubiera podido abrir el 1 de junio.

A partir de aquí, empiezan las dudas sobre las verdaderas razones que han llevado al consistorio a retrasar de manera inexplicable la puesta en marcha de este recinto, aunque no ha evitado que la playa de Llevant esté desde hace días repleta de perros que campan a sus anchas sin que ninguna autoridad los controle.

¿ECONOMICAS O SANITARIAS?

Aunque las razones por las que no se ha puesto en marcha el recinto pueden ser variadas, fuentes conocedores de los procesos que se han llevado a cabo afirman que las más probables son las económicas o las sanitarias.

Respecto a estas últimas, vecinos de la zona han reconocido que desde hace algún tiempo se han hecho encuestas entre los que han acudido a la playa de Llevant en la que, según testigos, se preguntaba por si habían sufrido episodios de diarreas, si habían estado en contacto con animales de desconocidos o si conocían a alguien de su entorno que hubiera tenido esos síntomas.

Además, algunas entidades vecinales han reclamado los análisis que se hicieron durante la temporada pasada para conocer el estado tanto del agua como de la arena de la playa, y reconocen que todos los análisis que les han entregado resultan muy positivos, aunque no les han enviado todos los análisis que se hicieron, según denuncian. Tan solo les han enviado 11, por lo que si el gasto total en estas analíticas fue, según el propio Ayuntamiento, de 64.569 euros, en cada prueba se invirtieron casi 5.900, una cifra considerada excesiva por algunos expertos.

En cuanto a las razones económicas, según las cuentas hechas públicas por el propio Ayuntamiento, en 2017 la puesta en marcha y mantenimiento del recinto para perros en la playa de Llevant costó 154.467, 84 euros. Es decir, que por cada uno de los 117 días que dicho recinto estuvo en funcionamiento se invirtieron algo más de 1.320 euros, sumando todos los conceptos. Y hay que tener en cuenta que el gasto de montaje y desmontaje se dividió el año pasado en los 117 días que funcionó, mientras que este año el gasto será similar pero se dividirá entre menos días. Lo cierto es que con el más de un mes retraso que se lleva acumulado, el Ayuntamiento ya se ha 'ahorrado' más de 45.000 euros.

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