Las obras de la futura estación de la Sagrera, que tienen como objetivo organizar el tránsito ferroviario de Bacelona, han vuelto a dar una sorpresa. Entre los escombros se han encontrado las fosas, donde fueron enterrados los soldados de la guerra de los Segadors (1640-1652) que participaron en el cerco a Barcelona en el siglo XVII.
Por ahora se han encontrado 318 restos de combatientes pertenecientes al ejército de Felipe IV, y se las investigaciones apuntan a que habrían muerto a causa de la peste que azotó Barcelona entre 1650 y 1654, y no en combate, puesto que no presentan indicios de muerte violenta. Por el momento, se han podido desenterrar 65 cuerpos, entre los que se encuentran en su mayoría hombres de unos 16 y 35 años, aunque también hay mujeres.
LA ESTACIÓN QUE UNE EL PASADO CON EL FUTURO
Al parecer, no es la primera vez que trabajando sobre este terreno se encuentra parte de la historia de la Sagrera. En su día, Josep Pujades, responsable de las intervenciones arqueológicas del Servei d’Arqueología de Barcelona, comentó que en el 2011-2012 ya aparecieron siete fosas. En 2011 en la calle Josep Soldevilla, aparecieron restos de un hábitat y una tumba infantil del neolítico, de finales del quinto milenio antes de Cristo. También en 2013, en el número 19 de la calle de la Estació apareció otra villa y en 2016 se encontraron unas pinturas murales.
Los trabajos actuales se iniciaron el pasado mes de abril, y las excavaciones están a cargo de la empresa Antequem bajo la supervisión del Servei d’Arqueología del Ayuntamiento de Barcelona. Las tareas se centran en lo que serán los accesos viarios a la futura estación, y parece ser la estación con una historia de nunca acabar. El pasado julio, el gobierno de Fomento descartó finalizar las obras el próximo 2020, tal y como estaba previsto.