El barrio del Besòs i el Maresme, situado en el distrito de Sant Martí, reclama más presencia policial. Los problemas de seguridad y convivencia se han incrementado en los últimos meses, según denuncia la Associació Barri Maresme de Barcelona, que pide la instalación de una cuartel policial. Desde la Associació de Veïns del Besòs demandan una oficina que refuerce las tareas de vigilancia. El Ayuntamiento rechaza destinar recursos extraordinarios, pero promete el aumento de efectivos de la Guardia Urbana en los próximos meses. 

El regidor de Seguridad, Albert Batlle, se ha reunido recientemente con las dos entidades vecinales para conocer de primera mano los problemas de delincuencia en el barrio. La okupación delincuencial en ocho pisos, con al menos cuatro plantaciones de marihuana, es uno de los focos principales de conflicto, explica Francesc Abad, presidente de la entidad vecinal del Besòs. 

MÁS ROBOS EN LA CALLE

El incivismo durante la pandemia, con la celebración de numerosos botellones y barbacoas en la calle, se ha reducido en la zona Besòs que registra, sin embargo, un aumento de pequeños robos de carteras, teléfonos, patinetes y rotura de cristales en los coches. Los autores son personas que no viven en el barrio, según los vecinos. 

Abad (de espaldas) se reúne con Batlle, Vázquez y Escudé, el regidor de Sant Martí / @Albert_Batlle_B



En una lista de peticiones trasladada al consistorio el pasado lunes, la asociación reclama la instalación de una oficina de la Guardia Urbana que dependa de la comisaría del distrito. El Ayuntamiento ya denegó la propuesta de una nueva oficina hace dos años.

José Manuel López, presidente de la Asociación del Maresme, reclamó una oficina parecida el pasado 9 de septiembre tras un encuentro con Batlle y el jefe de la Urbana, Pedro Vázquez. "Somos partidarios de que la urbana actúe y que no vaya demorando los problemas", se queja el líder vecinal.

RESPUESTA POLICIAL INSUFICIENTE

El pasado 16 de julio, la entidad denunciaba en una Audiencia Pública en el distrito de Sant Martí una "falta de conexión" entre las autoridades municipales y los vecinos. "Se evidencia una falta de respuesta a demandas que se pueden solucionar con actuaciones ordinarias", describía la asociación. Los vecinos se refieren a las numerosas llamadas a la urbana que caen en saco roto, denunciadas por ambas entidades.

La falta de respuesta policial se notó especialmente el pasado agosto con grupos de personas que protagonizaron actos incívicos y prohibidos en el actual contexto de crisis sanitaria. El fenómeno de piscinas en las calles rellenadas con agua de la fuente cogió más fuerza que el año pasado. 

'NOS SENTIMOS SOLOS'

Las reuniones en la vía pública con decenas de personas sin mascarillas fueron habituales e incluso se celebró una misa evangelista con unas 200 personas sin respetar las distancias de seguridad. Ningún policía acudió al lugar en respuesta de las llamadas de alerta de los vecinos durante las tres horas que duró el acto religioso ninguna patrulla.

Carpa de la Associació de Veïns Maresme / AAVV VEÏNS MARESME



De la reunión con López, los vecinos del Maresme sacaron el compromiso de reforzar el número de agentes de la urbana unificando los operativos policiales con el distrito vecino de Sant Andreu. El representante vecinal es partidario de combatir la delincuencia con campañas educativas y más recursos sociales. Los que ofrecen las instituciones, dice, no son suficientes. "Nos sentimos solos", señala.

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