La tragedia de la nave incendiada de Badalona, con un terrible balance de tres muertos y 25 heridos por ahora, ha vuelto a poner sobre la mesa las precarias condiciones en las que viven centenares de personas, muchas de ellas inmigrantes en situación irregular, en viejas naves abandonadas y campamentos de barracas.
Barcelona no escapa a este problema. En la actualidad acumula una setentena de asentamientos con unas 400 personas, según los datos que dio este jueves el teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención Albert Batlle, y ya cuenta con sus propios siniestros con muertos de personas que perdieron la vida en incendios en chabolas o similares. El último precedente, con cuatro fallecidos, data de 2012, con el gobierno de Xavier Trias en la ciudad.
TRAGEDIA EN EL POBLENOU
El siniestro ocurrió el 9 de abril de 2012. Tres hombres y una mujer, todos de nacionalidad rumana, perdieron la vida en un incendio en un solar abandonado de la calle de Bilbao 134 en el que tiempo atrás funcionaba una fábrica de Burberrys. Las cuatro personas fallecieron por inhalación de humo dentro de una barraca. El fuego se inició en una rampa llena de maderas, colchones y más basuras, que sirvieron de combustible a las llamas, y debajo de la que se cobijaban los residentes.
Por aquel entonces, el concejal de Seguridad era Joaquim Forn. La chabola llevaba años ocupada por un matrimonio de rumanos, aunque de vez en cuando, otras personas vivían con ellos de forma intermitente. De hecho, los muertos no eran los ocupantes habituales del solar, que por aquel entonces se encontraban en Rumania. Forn explicó que el consistorio había ofrecido a la pareja volver a su país o ayuda de servicios sociales, pero ambas cosas habían sido rechazadas. Según el Ayuntamiento de la época, el propietario del solar no había puesto ninguna denuncia por ocupación ilegal.
UN INCENDIO HACE DOS SEMANAS EN UNA NAVE DE SANT MARTÍ
Unos años antes, en 2005, otra persona sintecho falleció por un incendio en una nave en el viejo recinto fabril de Can Ricart, también en el Poblenou, que lleva años en un estado de total abandono a pesar de ser patrimonio arquitectónico. Desde 2005, la ciudad acumula entre 10 y 15 fuegos en barracas y naves abandonadas. El último de ellos ocurrió hace apenas dos semanas en el distrito de Sant Martí, donde 17 ciudadanos senegaleses tuvieron que ser evacuados. En agosto de 2019, otro siniestro en un campamentos dejó tres heridos, dos de ellos de gravedad.
Sant Martí es tradicionalmente la zona de la ciudad con más asentamientos. La razón es por el elevado número de solares vacíos y fábricas abandonadas. Una de las entidades que ayuda a las personas que viven en campamentos en Barcelona es Amics del Quart Món. A diferencia de años atrás, ahora los asentamientos son más pequeños e invisibles y cuestan más de localizar, según Quart Món.
MÁS DE 300 SUBSAHARIANOS VIVÍAN EN UNA NAVE DE LA CALLE DE PUIGCERDÀ
Uno de los mayores campamentos que ha tenido Barcelona fue el de la fábrica abandonada de la calle de Puigcerdà 127, donde llegaron a vivir de forma permanente durante algunos años más de 300 subsaharianos, aunque en algunos momentos se llegaron a contabilizar entre 700 y 800 personas. La nave fue desalojada en julio de 2013.