En la confluencia de la calle de Joan d'Àustria (cambia de nombre en dirección al mar y se convierte en Joan Miró) con la avenida del Bogatell, en medio de la vía pública, malviven desde hace meses grupos de personas sin hogar. En una plaza sin nombre, a la vista de todo el mundo, hay varias tiendas de campaña en las que comen y duermen inmigrantes de origen senegalés que se dedican a la recogida de chatarra. El material que sacan de los contenedores se acumula en el espacio público en carros de supermercado junto a bicicletas y otros enseres.

El campamento no es nuevo. "Lleva aquí un año y medio", dice el presidente de la asociación de vecinos de la Vila Olímpica Jordi Giró. Con el tiempo, ha ido cambiando. Empezaron unas pocas personas. Antes eran sintecho propiamente, ahora son inmigrantes. "Debe haber una quincena. A veces hay más, otras menos. Van y vienen". Según Giró, la situación se ha hecho crónica con la pandemia y cuando el hotel H10, que se encuentra al lado, cerró la pasada primavera.

USO DEPORTIVO

Giró asegura que los servicios sociales municipales hacen un seguimiento de las personas que hay en la calle en el barrio. "Son fenómenos complejos". En el caso concreto del citado campamento, Giró lo ve como "una apropiación del espacio público". "Una cosa es hacer un uso del espacio público; otra, apropiarse de él", considera. "Hemos planteado que se desaloje para que se dé un uso a la plaza, por ejemplo deportivo".    

La Ordenanza de civismo del Ayuntamiento de Barcelona -oficialmente de conviviencia- aprobada a finales de 2005 prohíbe acampar en la vía pública. Así lo explicita el capítulo X de la norma sobre el "uso impropio del espacio público". Las sanciones pueden llegar hasta los 500 euros. La Ordenanza prevé medidas de carácter social en el caso de que las personas que cometan el incumplimiento se encuentren en situación de vulnerabilidad. En principio, el Ayuntamiento no sanciona a las personas sintecho, aunque en ocasiones sí ha sucedido.

ACTUACIONES DE SERVICIOS SOCIALES

Metrópoli Abierta ha pedido al distrito de Sant Martí información sobre las actuaciones llevadas a cabo en el campamento desde el punto de vista social, policial y de espacio público. Las fuentes municipales consultadas no han contestado a las preguntas planteadas y han derivado el caso al área de servicios sociales, que han asegurado que "los servicios de calle del Ayuntamiento contactan de forma periódica con las personas que pernoctan en este emplazamiento y han hecho -con ellas- diferentes gestiones, como por ejemplo el contacto con consulados y embajadas, el padrón sin domicilio o la tarjeta sanitaria".

Tiendas de campaña en el espacio público de la Vila Olímpica / MÉTRÓPOLI ABIERTA - JORDI SUBIRANA 



La regidora de Ciutadans y presidenta del distrito de Sant Martí Marilén Barceló recuerda que en la última década ha aumentado "un 72% el número de personas que duerme en la calle en la ciudad". Y defiende "incrementar las medidas de prevención, detección y atención para estos ciudadanos que viven en condiciones que no son óptimas, ya sea en la calle o en asentamientos". "Las entidades sociales reclaman que el gobierno municipal se replantee el modelo de gestión y de atención, que debe ser más individualizado. La realidad nos muestra que actualmente no es eficaz. Cada vez hay más personas que sobreviven en las calles". El último recuento de Arrels Fundació arroja un balance de 1.239 personas durmiendo al raso

CERCA DE 400 PERSONAS EN 77 ASENTAMIENTOS EN LA CIUDAD

Actualmente, en Barcelona cerca de 400 personas duermen en 77 asentamientos en la ciudad. Sant Martí, el distrito en el que se encuentra el barrio de la Vila Olímpica, es la zona con más campamentos de estas características. Según el Ayuntamiento, en noviembre había 39 campamentos con 225 personas, 37 de ellas menores de edad. La gente que pernocta en estos emplazamientos ha ido a la baja en toda Barcelona, aunque el número de asentamientos se mantiene estable.

La razón de que en Sant Martí haya más asentamientos es por el elevado número de solares y viejas fábricas abandonadas, principalmente en el 22@, explica la consejera de Ciutadans en el distrito, Eugenia Angulo. No es nada habitual, al menos en Barcelona, que este tipo de campamentos estén en medio de la vía pública. Suelen estar dentro de terrenos vallados o en edificios en desuso. Con el coronavirus, la montaña de Montjuïc también se ha convertido en otro punto en el que han proliferado los asentamientos.

A nivel general, Angulo subraya que tiene que ser el Ayuntamiento quien dé respuesta a las necesidades de estas personas, también durante la pandemia, aunque reconoce que hay gente que vive en asentamientos o en la calle que se niega a aceptar la ayuda que se le ofrece y que si la policía desaloja el lugar donde malvive, acaban ocupando otro espacio en poco tiempo.

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