Vecinos de los barrios del Camp de l'Arpa del Clot y del Clot saldrán este sábado, 23 de enero, para protestar contra la que consideran degradación de dos de los "pulmones" de la zona, el parque del Clot, cercano a la Gran Via, y los jardines de Can Miralletes. Ambos espacios están en el distrito de Sant Martí.

La asociación de vecinos del Camp de l'Arpa del Clot ha decidido montar dos "cadenas reivindicativas", primero junto a Can Miralletes, a las 11.30 horas, y posteriormente, a las 13.00 horas, en el parque del Clot. La entidad vecinal reclama poner fin a la "dejadez de los dos espacios.

SINTECHOS Y BOTELLÓN DEN CAN MIRALLETES

Can Miralletes se encuentra en la confluencia de las calles de Indústria y de Conca. La zona verde dispone de una masía del siglo XVIII que lleva años cerrada y espera ser rehabilitada y recuperada como equipamiento. Como denunció Metrópoli Abierta el pasado mes de septiembre, los jardines están muy abandonados y son un punto habitual de botellón. En distintas ocasiones también se han visto a personas sintecho acampados en ellos.

Según el vocal de Urbanismo de la asociación de vecinos del Camp de l'Arpa del Clot, Miquel Catasús, el proyecto de la masía está hecho. Ellos proponen que en la planta baja se haga un bar con lavabos para los usuarios del parque y en la primera planta un local para entidades juveniles. Catasús asegura que el Ayuntamiento ha retirado la remodelación del Plan de Actuación del Distrito (PAD) por la crisis del coronavirus. "Le pedimos al Ayuntamiento que lo ponga. La reforma no puede esperar otros cinco años".

Arcadas del parque del Clot con las mallas verdes / CEDIDA



UNAS ANTIGUAS ARCADAS PENDIENTES DE RECUPERACIÓN

En el parc del Clot ha pasado algo similar. El representante vecinal explica que también ha desaparecido del PAD la recuperación de unas arcadas de un antiguo taller de ferrocarril de mediados del siglo XIX. "En 2018, hubo un desprendimiento. No se hizo daño nadie, pero desde entonces están con mallas verdes para evitar más caídas de piedras. La restauración cuesta unos dos millones de euros. También estaba en el PAD, pero la han sacado. Pedimos que la pongan de nuevo y luego ya veremos si se hace", dice Catasús.

El parque del Clot presenta otros problemas. "Con la pandemia el mantenimiento ha empeorado". Catasús cita también la necesidad de arreglar las vallas de la zona de perros. "Son pequeñas y los animales se escapan. Cerca hay una zona de juegos infantiles". Otro aspecto que preocupa, aunque este es desde hace años, es que la zona es un punto habitual de botellón e incivismo que con la pandemia no ha disminuido.

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