El taller de arquitectura Jornet Llop Pastor trabaja para estudiar detalladamente los barrios del Clot y Camp de l’Arpa con el fin de realizar una reordenación de estos dos barrios. Fuentes municipales confirmaron a Metrópoli que el Ayuntamiento trabaja en este tema, después de que en 2021 se realizase un “estudio de auscultación” para conocer la realidad de los barrios y establecer unos criterios de mejora del planteamiento urbanístico.
Según el consistorio, es necesario replantear “un documento nuevo que supere la catalogación a nivel puntual que se hizo ya hace más de veinte años. Se trata de actualizar la normativa vigente para no solo proteger fincas y edificios siguiendo un criterio monumental, sino teniendo en cuenta aspectos vinculados al carácter de los barrios, los trazos históricos, el paisaje urbano, la memoria histórica y el medio ambiente”.
UN TALLER MUY LAUREADO
El taller de arquitectura que se ha puesto este mes de noviembre manos a la obra tiene experiencia en planes de urbanización. En él trabajan Sebastià Jornet, Carles Llop y Joan Enric Pastor. Este taller fue elegido Premio Europeo de Urbanismo en 2010. En 2006, fue el despacho que recibió el Premio Nacional de Urbanismo de España y ha sido Premio Cataluña de Urbanismo en cuatro ocasiones (2005, 2009, 2013 y 2016). Entre sus proyectos, destacan los de reordenación de Toulouse, el Vall d’Aran, el frente marítimo de Tossa de Mar o localidades como Sant Andreu de la Barca y Montmeló. El encargo de remodelación de los dos barrios barceloneses costará a las arcas públicas algo más de 218.000 euros.
Los barrios del Clot y Camp de l’Arpa elaboraron su último informe patrimonial en el año 2000, pero sus monumentos no están protegidos suficientemente pese a que se les aplique el Plan de Protección de Patrimonio Arquitectónico, Histórico y Artístico de Sant Martí. Un informe municipal señala que el Plan General Metropolitano (PGM) vigente “trató el núcleo antiguo de Camp de l’Arpa y el Clot sin ninguna previsión de protección específica con relación al resto de núcleos antiguos. La visión de hoy en día respecto a los valores patrimoniales hace patente la necesidad de adaptar los criterios de planteamiento del PGM a las necesidades y demandas vigentes al entorno del papel de los tejidos históricos de la ciudad de Barcelona. Por tanto, se ha de adecuar el nuevo planteamiento a los criterios actuales de conservación y mantenimiento del tejido histórico y las propuestas han de ir dirigidas a promover el mantenimiento de la vivienda, a regular las medidas de fomento y producción de vivienda protegida y a "promover la sostenibilidad ambiental”.
SUSPENSIÓN DE LICENCIAS
Lo cierto es que Barcelona ha ido variando el PGM para realizar modificaciones del mismo en determinados barrios con un rico patrimonio histórico y cultural: se hicieron planes a medida “en Sant Andreu, en el casco histórico del Poblenou, en Horta y, más recientemente, en Gràcia”, según el Ayuntamiento. Ahora le toca el turno a los dos barrios de Sant Martí. Ambos son indivisibles y “mantienen una vinculación y coherencia claras, de manera que no se entienden el uno sin el otro. Ambos padecieron fracturas producidas por el planteamiento de épocas pasadas, tanto en sus trazos más generales como en modificaciones de frentes que transformaron los espacios sin mantener el carácter y la esencia. Lo que se quiere es hacer una especie de microcirugía en los tejidos históricos para elaborar una normativa proteccionista que garantice que los dos barrios sean reconocibles en el futuro”.
Para poder trabajar con tranquilidad, el Ayuntamiento decretó hace unos meses la suspensión de licencias. Una nota oficial del consistorio señalaba, el pasado mes de abril, que “la comisión de gobierno ha dictado una suspensión potestativa de licencias de nueva construcción y gran rehabilitación, de los comunicados de derribo y de la tramitación de planes urbanísticos derivados. La suspensión para estudiar el futuro planteamiento será, como mínimo, de un año”.
Tras ese primer paso, este mes de noviembre se ha dado el siguiente: el encargo al despacho de arquitectos de un informe detallado sobre cómo han de ser los barrios y los edificios o rincones que deben preservarse. En el encargo, no obstante, se da un plazo de dos años al taller de arquitectos para realizar su trabajo, por lo que la redacción final se puede ir casi a finales de 2024.
SOLO CUATRO PUNTOS VERDES
Según un informe interno municipal, la mejora de Clot y de Camp de l’Arpa “ha de pasar por el reforzamiento de su sistema ambiental en el marco de las políticas de regeneración urbanas actuales. Las plazas históricas de Can Rocabols, de Valentí Almirall y los parques del Camp de l’Arpa y el Clot son los espacios verdes de referencia en este ámbito urbano. Pero falta una estructura que los articule y los ordene y ésta ha de ser una de las estrategias de trabajo del nuevo documento de planteamiento conjunto con la recuperación de los vectores ambientales que puedan aportar los interiores de isla privados”.
Así, el documento hace referencia a que los arquitectos deberán evaluar la estructura del parque de viviendas y las actividades del barrio (“en el marco de los criterios de sostenibilidad y de respeto a las personas residentes”). Pero también incorporará medidas para el mantenimiento y mejora de los espacios verdes, con árboles y vegetación, ya sean públicos o privados, y deberá evaluar la capacidad de las calles, plazas e interior de las manzanas “para estructurar un sistema urbano eficiente y sostenible desde el punto de vista ambiental”.
Los informes del consistorio subrayan que “la nueva definición de zonas y las ordenanzas de edificación han de ser las herramientas fundamentales para el mantenimiento, la rehabilitación y la mejora del paisaje urbano de las fachadas y del tejido construido”. Cuando finalice el informe de los arquitectos, se procederá a realizar una propuesta de modificación del PGM con el fin de poder actuar y llevar a la práctica la propuesta de los arquitectos.