Exterior del restaurante Quatre Vents en Barcelona / METRÓPOLI

Exterior del restaurante Quatre Vents en Barcelona / METRÓPOLI

Sant Martí

Una cocina fantasma y una orden de cierre en un restaurante del Poblenou que desespera a los vecinos

El Ayuntamiento de Barcelona decretó el precinto del Quatre Vents en mayo, pero el local continúa dando servicio y ocasionando problemas a los residentes

15 octubre, 2023 23:20

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El sinvivir de los vecinos de la calle de Fluvià, en el barrio del Poblenou, no cesa. La aparente tranquilidad de la zona, con muchos espacios residenciales y sosegados negocios, se ve interrumpida desde hace dos años por el restaurante Quatre Vents: un local que acumula multitud de quejas y denuncias por ruidos, olores y golpes. A estos problemas y a la constante presencia policial que impedía a los afectados quejarse abiertamente se suma ahora una cocina fantasma que no deja dormir tranquilos a los residentes.

La guerra de los vecinos del bloque donde se ubica el bar con la dirección del negocio viene de lejos, concretamente del 2021. Las molestias han ido sumándose a lo largo de los años hasta el punto de que en mayo el Ayuntamiento de Barcelona decretó el cierre del Quatre Vents. Sin embargo, meses después, el restaurante continúa ofreciendo el servicio hostelero, tal y como ha podido comprobar Metrópoli. "Nadie ha venido a precintar nada y todo sigue igual", han denunciado los afectados.

Exterior del restaurante Quatre Vents de Barcelona / METRÓPOLI

Exterior del restaurante Quatre Vents de Barcelona / METRÓPOLI

UNA COCINA FANTASMA

Jaleos, olor a fritos, golpes de puertas y ruidos hasta altas horas de la noche. Son los principales problemas que los inquilinos del número 94 de la calle de Fluvià denuncian. Ahora hay uno más: una cocina fantasma ilegal en el interior del local. Lo han explicado los mismos denunciantes a este medio: "Tras mucho insistir, por fin el consistorio envió a una inspectora la semana pasada por el tema de los malos olores. Se encontró con una cocina fantasma en el almacén", ha explicado el principal afectado, que vive justo encima de la irregular estancia.

El vecino ha asegurado que su familia y él llevan todo el verano escuchando las obras de dicha cocina: "Trabajaban por la noche con la persiana cerrada y vigilando para que nadie los pillara. A base de taladros, martillos... Llamé varias veces al 112 y nunca vino nadie", ha denunciado. "La cocina tiene sus fuegos, su extractor y una nevera. Totalmente equipada, pero con el techo abierto y cables colgando". Una construcción que le ha acarreado al restaurante la apertura de un expediente. Sin embargo, los residentes han afirmado que se trata de algo "surrealista": "Se le abre un expediente a un establecimiento que ya debería de estar cerrado".

ORDEN DE CIERRE

Según el expediente incoado por el Ayuntamiento al que ha tenido acceso este medio, en mayo se decretó una orden de cierre del Quatre Vents que estaba en fase de notificación, por lo que los propietarios tenían un margen de 30 días para alegar. A finales de junio se presentó un recurso, pero el consistorio lo desestimó. "El cierre es firme y siguen abriendo como si nada. Después de descubrir lo de la cocina fantasma, tenemos más miedo", han expresado los afectados, que temen que se pueda originar un incendio en el lugar por las ilegales obras. "Si en verano llega a pasar algo, nos pilla a todos durmiendo en la cama", han dicho.

Sin embargo, la Guardia Urbana, según los residentes, no ha aparecido todavía para precintar el local: "Al contrario, el sábado volví a llamarlos para denunciarlo y me hicieron preguntas sobre toda la información que tenía. Me contestaron que no sabían nada".

Coches de los Mossos d'Esquadra aparcados fuera del Quatre Vents / CEDIDA

Coches de los Mossos d'Esquadra aparcados fuera del Quatre Vents / CEDIDA

DESESPERACIÓN

Metrópoli ya se ha hecho eco de la desesperación de los vecinos, que han recapitulado todas las molestias que el restaurante les causa: "Juergas, voceríos hasta la madrugada, gente cantando, obras ilegales...". Todo ello, han dicho, en una zona residencial, como lo es el interior de una isla. "Afecta a todo el edificio. Hay una vecina que ni siquiera abre las ventanas porque le entra el olor a frito y aceite de tercera división", han detallado.

Por si fuera poco, lo que molesta todavía más al grupo es la actitud de los trabajadores: "Dicen que no entienden el idioma y se escudan en que no saben cómo van las cosas en España, pero mienten. El español lo entienden porque hablan con los clientes en la terraza cada día y saben cómo funciona todo porque las obras de la cocina las hacían a persiana cerrada y vigilando que nadie entrase", se han quejado. 

"COLMO DEL INCIVISMO"

Ahora, el grupo de afectados espera, impotente e impaciente, la acción municipal y policial que clausure de una vez por todas el Quatre Vents. "En caso de no darse cumplimiento a la orden de cese, se procederá a dictar la orden de precinto de la actividad", reza la resolución notificada por el concejal David Escudé a la comunidad de vecinos.

Unas denuncias que también han puesto en conocimiento del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación (IMHAB), "pero nunca nos han contestado".