Indignación vecinal en Sant Martí de Provençals por el cierre del único gran pipicán del barrio. El Ayuntamiento de Barcelona deberá desmontar próximamente la zona para perros tan solo cuatro años después de su inauguración en 2020.
Lo único que los residentes saben es que el pipicán se trasladará de lugar, pero desconocen dónde. El espacio, además, tendrá unas dimensiones más pequeñas que el actual que da cabida a mascotas no solo de Sant Martí, sino también de Poblenou o el Clot.
"Que nos tengan en cuenta"
En conversación con Metrópoli, la entidad Vocalia Gossos Sant Martí no confía en la administración local. Exigen una zona adaptada a las necesidades de sus perros, no cualquier área: "Somos muchos los vecinos con perros que venimos aquí. Ya de por sí no podemos desatarlos porque nos multarían", denuncian desde la plataforma.
Se quejan, además, de las características del pipicán actual: "Se han lastimado algunos elementos y hay otros que no son adecuados". "Las papeleras son abiertas y en verano los excrementos huelen fatal", añaden desde la misma entidad. Unos adoquines de cemento en medio de la zona son también motivo de disputa: "Más de un perro se ha golpeado la cabeza", relatan algunos usuarios a este medio. Es por ello que desde Vocalia Gossos Sant Martí piden que se les " tenga en cuenta a la hora de inaugurar otro".
Recogida de firmas
La zona de recreo para los perros irá fuera por las obras del AVE. La futura estación de la Sagrera se ubicará en el mismo terreno, concretamente una parte de los accesos. Unos trabajos que el ayuntamiento no previó, a pesar de haber invertido 800.000 euros en el pipicán. Lo que sí augura el consistorio es que la nueva área alternativa entrará en servicio cuando la actual se desmonte.
Por el momento, los vecinos de Sant Martí recogen firmas estos días: ya llevan casi 600 y amenazan con convocar una manifestación a final de mes.
Zona de 2.500 metros cuadrados
El área ocupa unos 2.500 metros cuadrados en la zona del parque de Sant Martí, en la calle Menorca, justo al lado de la iglesia de Sant Martí de Provençals. Consta de dos zonas diferencias para perros de distinto tamaño y tiene una zona de unos 500 metros cuadrados destinada especialmente a los perros de razas más pequeñas, mientras que los perros de razas más grandes pueden disfrutar de una zona de unos 1.600 metros cuadrados.
La zona es accesible a personas y animales las 24 horas del día y cuenta con una iluminación led, además de un sistema de riego para el cuidado de la vegetación. Aquí, los vecinos han organizado multitud de eventos, como circuitos de agilidad y mercadillos solidarios.