Desalojo de 'La Escocesa' la finca okupada en el 22@
Desalojan 'La Escocesa', la nave okupada en pleno 22@ de Barcelona
Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana han procedido a primera hora de este viernes a la desokupación del edificio, que los últimos años se había convertido en foco de peleas y degradación
Contexto: Batallas, okupas y abandono en 'La Escocesa', el edificio que compró Colau en el 22@ de Barcelona
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Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han desalojado 'La Escocesa', la degradada nave industrial situada en pleno 22@ que diversos grupos habían okupado los últimos años.
El operativo, que se ha iniciado a las 08:00 horas de este viernes, 10 de octubre, ha contado con las unidades especializadas en orden público de mossos -- el Àrea Regional de Recursos Operatius (ARRO)-- y del cuerpo local--la Unidad de Refuerzo de Emergencias y Proximidad (UREP)--.
En marcha el desalojo de 'La Escocesa', la nave okupada en pleno 22@ de Barcelona
Foco de conflictos y okupas
Tal y como ha presenciado Metrópoli, la policía se ha desplegado en la calle Pere IV del Poblenou a primera hora de la mañana, delimitando el acceso a la vía y controlando el terreno.
La fuerte presencia policial ha disuadido a los okupas --un grupo de hombres senegaleses-- que se refugiaban en el interior de 'La Escocesa' desde hacía varios días.
Enfrentamiento entre okupas
De hecho, tal y como este medio se hizo eco, el pasado fin de semana hubo una pugna por el dominio del complejo.
Hasta entonces en el edificio pernoctaba un grupo de unas decenas de hombres de origen argelino. Sin embargo, la madrugada del domingo los actuales ocupantes senegaleses atacaron a los otros, izando incluso la bandera de su país en el recinto.
El conflicto, que se saldó con varios apuñalados y heridos leves, acabó con la "victoria" del último grupo en llegar.
El desalojo de 'La Escocesa' del 22@ de Barcelona
Foco de conflictos
Durante años, el inmueble, propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, ha permanecido sin rehabilitar, convirtiéndose en un foco de okupaciones, conflictos entre grupos y altercados continuos.
Vecinos del entorno y agentes de la policía han denunciado a Metrópoli enfrentamientos “día sí y día también”, así como incertidumbre sobre quién entraba o salía del edificio, que mostraba ventanas tapiadas, barandillas oxidadas y restos de okupación reciente como mantas, ropa y banderas colgadas desde los balcones.
Futuro incierto
Este desalojo se produce en un momento de debate sobre el uso de los edificios municipales abandonados, la seguridad en zonas densamente pobladas del 22@ y la gestión de los espacios ocupados en Barcelona.
El Ayuntamiento todavía no ha anunciado el futuro del inmueble, que podría incluir rehabilitación o proyectos municipales para regularizar su uso.
