Jaque mate a los bares, restaurantes y locales de degustación en el Triángulo de Sants-Hostafrancs. El Ayuntamiento ha presentado el plan de usos para el casco antiguo en el que se prohíbe la apertura de nuevas actividades vinculadas a la concurrencia pública en la plaza Osca, la calle Riego y el entorno. Pero no es la única gran modificación que busca que esta zona sea más para los vecinos y para el comercio local.
En el resto del Triángulo de Sants-Hostafrancs, la nueva regulación quiere evitar posibles aumentos de nuevas actividades que puedan afectar de forma negativa la convivencia vecinal. Para ello, se han tenido en cuenta tanto los criterios de trama urbana, el ancho de las calles y las distancias mínimas entre locales y densidades máximas.
Así, el consistorio quiere dar respuesta a una de las reivindicaciones claves de los vecinos, que pedían pacificar la plaza Osca y su entorno, donde hacía tiempo que se había perdido el equilibrio entre el ocio y las necesidades de los vecinos de Sants.
UNA CALLE COMERCIAL PARA LOS VECINOS
En la calle Creu Coberta, eje comercial de barrio, también se quiere limitar apertura de nuevas licencias de pública concurrencia para evitar que se pierda la esencia en esta zona del distrito de Sants-Montjuïc. Por ello, el consistorio ha anunciado la creación de un plan comercial o de desarrollo económico para evitar que acabe siendo una vía más dedicada al ocio y menos para el barrio.
El Triángulo de Sants-Hostafrancs es casco antiguo delimitado por las calles de Creu Coberta y Sants, el paseo de Sant Antoni y la calle de Tarragona, donde hay 18,90 establecimientos de concurrencia pública por cada 1.000 habitantes, similar a otras zonas de la ciudad como Gràcia o Ciutat Vella, según el informe publicado este lunes por el consistorio.
PROTEGER EL DESCANSO DE LOS VECINOS
Ante los medios de comunicación, la regidora del distrito Sants-Montjuïc, Laura Pérez, ha considerado que el objetivo del Plan de Usos es el de “poner freno” al crecimiento de las actividades de concurrencia pública para “proteger y potenciar el comercio de proximidad, garantizar la convivencia y el descanso vecinal”. Todo ello, para “conservar el descanso vecinal y conservar el carácter del casco antiguo y el factor identitario que tiene Sants”.