Barcelona ha tenido históricamente una gran cultura de 'afters', los locales semiclandestinos que abren cuando cierran las discotecas para que los fiesteros que no quieren acabar la 'noche' puedan seguir con su diversión. Pero con el cambio de legislación y el endurecimiento de la normativa y los controles, poco a poco, han ido cerrando la mayoría. En cambio, se han popularizado las fiestas al aire libre de los domingos, organizadas primero bajo la marca 'Piknic Electronik' y como 'Brunch Electrònik' desde 2014.

Allí se concentran miles de jóvenes, pero también familias en las que los padres acuden a disfrutar de la música electrónica con sus pequeños, que tienen una zona habilitada especialmente para ellos.

Pero no todos están felices con estas fiestas. Vecinos de la zona cercana a los jardines Joan Brossa, donde se celebra la edición veraniega del festival, conocida como 'Brunch in the park', se han quejado a la Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, por las molestias que les produce el volumen de la música y porque cuando finaliza la fiesta “muchas personas, bajo los efectos del alcohol u otras sustancias, bajan por los caminos del parque y las calles del barrio gritando, peleándose, tirando latas, orinando, etc”.

La Síndica ha escuchado a los vecinos y ha criticado que “en el informe que nos facilita el Distrito de Sants-Montjuïc no se hace ninguna mención”, a las quejas de los vecinos, por lo que entiende que “no se ha hecho ninguna comprobación de las molestias que estos ciudadanos sufren y podrían estar vulnerando sus derechos”.

PRIVATIZACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO

La otra queja de los vecinos se refiere a la privatización del espacio público que denuncian que supone celebrar las fiestas -que se celebran cada dos o tres domingos- en los jardines Joan Brossa, de titularidad municipal. Al respecto, la Síndica ha solicitado al Ayuntamiento que realice un estudio del impacto medioambiental que supone que el 'Brunch' de organice allí.

En declaraciones a Metrópoli Abierta, Maria Assumpció Vilà ha propuesto "que lo hagan en otro sitio" porque los vecinos "escuchan muy alto" la música del 'Brunch' cada verano.

Conscientes de la importancia de mantener una buena relación con los vecinos, la página web oficial del 'Brunch' tiene un apartado en el que se recogen las medidas tomadas para minimizar el impacto acústico de la fiesta en los vecinos, como las mejoras en el sistema de sonido, y les ofrece un correo electrónico de contacto para mostrar sus quejas.

El 1 de julio se celebra el 'Brunch in the park' de la temporada (con el horario habitual, de 13 a 22 horas), con todos los abonos vendidos y sólo entradas sueltas disponibles. El lleno está casi asegurado y la polémica servida si las medidas tomadas por la organización no surgen el efecto esperado por los vecinos.

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