Nacida durante la dictadura con preocupaciones como el Plan Comarcal de Ordenación Urbana, las problemáticas que los vecinos de Hostafrancs han trasladado a la asociación del barrio han ido cambiando con el paso de los años. Así lo explica su secretario, Jordi Clausell, quien no duda en remarcar los conflictos en materia de vivienda e inseguridad siguen vigentes en un barrio habitado por unas 17.000 personas. Pero lejos de acabar aquí, el tejido vecinal y comercial del barrio cuenta con otras preocupaciones en las que, como explica Clausell, hay una falta de actuación por parte de la administración.
¿Cuáles son las principales problemáticas de Hostafrancs?
Hay problemáticas generalizadas a nivel de Barcelona, como vivienda, servicios sociales, incivismo... Se concreta en cuestiones como apartamentos turísticos ilegales y una subida de los alquileres que provoca que la gente tenga que salir de su barrio. Hay desahucios y una serie de familias vulnerables que necesitan las prestaciones de Servicios Sociales, que en estos momentos están absolutamente colapsados. Es un barrio de unos 17.000 habitantes, con mucha gente de edad avanzada que se encuentra en situaciones de vulnerabilidad.
Nos preocupa el incivismo y la inseguridad que hay en el barrio, con una serie de puntos negros. Hostafrancs está tocando a la estación de Sants y a la Arenas, por lo que circula mucha gente de fuera que viene a visitar Barcelona y que atrae a un colectivo de delincuentes. Son temas generales de Barcelona, pero aquí los sufrimos directamente por nuestra ubicación y por tener una trama urbana antigua.
¿Cómo se manifiestan el incivismo y la inseguridad en el barrio?
En grupos de gente que, en algunos casos, hacen sus necesidades en al calle y tiran porquería. En otros casos, se dedican a los hurtos. Todo esto crea malestar, compatibilizar la utilización del espacio público con la vivienda para gente que vive en el entorno de las plazas es complicado por el ruido a altas horas de la noche, entre otras cuestiones.
¿Cuáles son los puntos negros del barrio?
Las plazas. En temas de incivismo, el parque de la Espanya Industrial. En inseguridad, el jardín de Ramon Aramon y la plaza de Joan Corrades.
¿Estas cuestiones se podrían solucionar con más presencia policial u otras medidas?
Siempre hemos defendido que hay un Consell de Seguretat i Prevenció que no funciona. Es decir, la administración se llena mucho la boca de participación y transparencia. A la práctica, no se la creen y no hacen nada. En el mes de septiembre, con el nuevo gobierno municipal, vino Albert Batlle, a quien explicamos que los Consells no funcionan, que tendría que haber una relación más directa y que muchas veces los vecinos van a escuchar qué dicen los políticos pero no pueden manifestar los problemas que tienen. Estamos en enero, y no hemos tenido ninguna reunión formal del Consell de Seguretat i Prevenció. Sí las hemos tenido con Mossos d'Esquadra, Guardia Urbana y distrito, pero una reunión de barrio sobre los problemas de forma preventiva no. Hay una falta de voluntad y capacidad de afrontar una serie de conflictos y problemas.
¿Qué medidas concretas piden los vecinos en este sentido?
Creemos que la policía tiene que ser el último tema. Queremos una radiografía de cuál es el problema y donde ocurre. A partir de aquí hay una serie de Agents Cívics que deberían hacer un trabajo previo. Si esto no funciona, se tiene que intensificar el tema sancionador de Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra. Para hacer esto, el distrito tendría que aprovechar el voluntariado de muchos ciudadanos y ciudadanas del barrio que de forma altruista participan en asociaciones de vecinos, culturales y comisiones de barrio, entre otras.
Hay unos mecanismos de participación con los que se llenan la boca. Si no quieren hacer tantas reuniones, que hagan un Consell de Seguretat i Prevenció de Sants, Hostafrancs y La Bordeta. La casuística de estos barrios es muy diferente de la de otros, por eso tienen que hacer estas reuniones mensuales para ver qué opinan y de que se quejan los vecinos. Queremos que nos escuchen.
El distrito de Sants-Montjuïc se ha caracterizado históricamente por su arraigo al comercio local. ¿En qué estado actual se encuentra en Hostafrancs?
Está en crisis. El comercio de proximidad tiene una problemática con las grandes plataformas, donde la gente compra más barato. Las tiendas cierran porque no pueden competir y porque el mercado de alquiler era muy caro. Ahora están proliferando mucho los bares y restaurantes. Se está focalizando en el ámbito turístico. El mercado de Hostafrancs necesita una reparación importante, si no acabará muriendo. Los comercios cierran y cada vez hay otra tipología de comercio.
Además, históricamente la gente del Área Metropolitana venía a comprar aquí, pero actualmente tienen el tema del transporte, donde aparca el vehículo y cuales pueden entrar. También hay grandes superficies en Sant Boi o Cornellà. La situación es muy problemática. Excepto comercios muy especializados, el resto tienen problemas.
¿Faltan infraestructuras y equipamientos en el barrio?
En Hostafrancs faltan equipamientos para la gente joven y la gente mayor. El problema es que no hay ninguna reserva de suelo para temas de equipamientos. El único que hay proyectado, en la calle Diputació, llevamos muchos años en el que se dice que ya lo hará el próximo gobierno. No está presupuestado ni hay un proyecto concreto y, a la vez que había esta reserva de suelo, había otra para un hotel que ya está inaugurado.
¿Están satisfechos con la situación del transporte público?
Sí, creemos que somos de los privilegiados. Tenemos la estación de Sants, la línea 1 de metro, FGC y una red de autobuses. Hostafrancs es un barrio bien comunicado.
¿Y con la del transporte privado?
No. La gente que no tiene poder adquisitivo para un parquin y tiene que aparcar en superficie lo tiene muy complicado. Los que necesitan el coche para trabajar tienen que dar muchas vueltas por el barrio. Todas estas cosas deberían plantearse.
Pasa lo mismo con la Zona de Bajas Emisiones. Quien tiene un cierto poder adquisitivo se ha comprado otro coche, pero no todo el mundo puede permitírselo. Al final los que más reciben son los que tienen menos poder adquisitivo, que teóricamente hay gobiernos que dicen que son a quienes defienden.
¿Han llevado alguna propuesta concreta al Ayuntamiento para solucionar el problema del aparcamiento?
Tuvimos bastantes conflictos con el Ayuntamiento por el tema de la superilla. Hicieron propuestas que dejan mucho que desear. Salió un proyecto en el que con la superilla el barrio sería Hawaii, después Bombay y después acaba siendo un tema exclusivamente de vehículos. La asociación de vecinos tuvo que convocar dos asambleas multitudinarias. La gente expresó mucha pesadumbre. El tema se fue alargando y el Ayuntamiento hizo una serie de actuaciones que eran las más consensuadas. Querían ponerse la medalla antes de las elecciones. Lo único que les motiva es el tema electoral.
¿En materia de vivienda, hay un problema de alquiler?
Sí, el nuevo alquiler que hay no es accesible. Falta vivienda social, y el mercado está como está. Mucha gente alquila su piso a nivel de apartamento turístico. El Ayuntamiento dice que esto ha disminuido mucho, es su percepción. La gente se queja que hacen ruido, hay incivismo.
¿Cómo valora el mandato municipal anterior para Hostafrancs?
Creemos que el barrio se ha deteriorado. El barrio está peor, y parte de la responsabilidad es del equipo de gobierno del mandato anterior. Actualmente, los problemas siguen sin solventarse.
¿Cómo nació la asociación?
Nació en la época franquista con problemas de la época, como el Escorxador y el pla comarcal. La asociación se fue configurando. No nos legalizaron hasta mucho tiempo después, pero la asociación funcionaba básicamente para resolver problemas vecinales. (Los problemas han ido cambiando, entonces la vivienda no era problemática, ahora es una prioridad).
¿Cuál sería la problemática más urgente para solucionar?
Podría ser el tema de la vivienda o las prestaciones para familias y colectivos vulnerables. Algunos vecinos de la plaza Joan Corrades o Ramon Aramon, dirían que el tema de la inseguridad. No hay un problema que sea el problema estrella, cada uno se queja de lo que le toca.
¿Cómo ve el futuro de Hostafrancs?
O nos movemos y movilizamos, o cada vez se deteriorará más. Los barrios han avanzado porque la gente ha tenido claro que nadie les resolvería nada si no participaban, se movilizaban y luchaban por unas reivindicaciones. Hay que hacer una cohesión de socializar las reivindicaciones para conseguirlas y que no se siga deteriorando el barrio.