El fundador y consejero delegado de Vitalia Homes, José María Chema Cosculluela, lidia estas semanas con una situación muy precupante profesionalmente hablando. Decenas de contagios en residencias y al menos 100 ancianos muertos en sus geriátricos de Madrid y Barcelona por Covid-19, una infección particularmente letal con personas mayores.

En el caso de Barcelona, el grupo aragonés de asilos se ha encontrado con al menos 21 muertes reconocidas por la empresa (17 en la residencia Vitalia Sants y cuatro en el hospital), más positivos en los centros de Sant Just y Tordera. Los familiares elevan la cifra a 29 decesos en la capital catalana. En el primer caso, la Fiscalia Superior investiga si hubo abandono de residentes. En el segundo, la Generalitat de Cataluña entró el miércoles con fuerza y se llevó a decenas de usuarios a hospitales de la ciudad condal.

AUGE DE VITALIA HOME

Según informa este jueves Crónica Global, esta pandemia ha noqueado a Cosculluela, también conocido como el rey de los asilos. El directivo, formado en la escuela de negocios IESE de la Universidad de Navarra, es cofundador en Teca Consultores. Esta firma entró en contacto con un gran grupo de geriátricos para realizar encargos a principios de los años 90. Y allí vio un posible hueco de mercado.  

Posteriormente, se alió con Dragados para gestionar un asilo en un pueblo de Córdoba, tal y como admitió él mismo a Alimarket. Dragados buscaba un socio tecnológico y ellos, uno industrial. Nació así Vitalia Assde, una pequeña operación para mayores en Andalucía que arrojó una facturación de 2,5 millones y un resultado bruto de explotación de 650.000 euros en 2018, úlitmo ejercicio disponible en el Registro Mercantil.

EL PELOTAZO LLEGA EN 2015

El auténtico despegue de Vitalia Home y su fundador llegó en 2015. Nueve años después de romper con Dragados y aventurarse en solitario, Cosculluela, el antiguo consultor, dio un auténtico pelotazo.

Se fijó en su negocio Portobello Capital, un gestor de inversiones con un amplio portafolio en el middle market nacional. La compañía es un referente en el sector y tomó una participación minoritaria en el grupo geriátrico. A los tres meses, el fondo subió participación hasta la mayoría. Coscullela conservó un 10% y el rol de consejero delegado.

UN CARAMELO MUY DULCE

El envejecimiento de la población española se había convertido en un caramelo para los fondos. "Cobras 3.000 euros por una plaza y das servicio por 1.200 para una plaza. Una residencia privada es buen negocio", insisten fuentes del sector.

Los vehículos de capital riesgo olieron la sangre. Portobello entró en 2015 y puso a la venta en 2016. Los primeros se quedaron con un 10%, Cosculluela, con otro 10%, y entró en 2017 otro fondo británico, que compró su posición por 300 millones de euros. En aquel momento, Vitalia Home era ya uno de los big five de los geriátricos en España con una facturación superior a los 90 millones de euros.

En enero de 2019, el grupo se plantó con 44 activos y 6.461 camas geriátricas en España. Pero aspiraba a más. Vitalia Homes movilizó 50 millones de euros y pidió otros 50 millones al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para comprar viejos asilos y transformarlos, con el fin de lanzar nuevas líneas de negocio, como las casas tuteladas.

LLEGA EL CORONAVIRUS

El acuerdo se cerró a finales del 2019. El grupo aragonés, ya convertido en un referente nacional, recibió 57,5 millones de préstamo del llamado Plan Juncker para sumar otros 19 geriátricos en Madrid, Cataluña, Castilla y León, Murcia y Comunidad Valenciana.

Pero en ningún momento podría sospechar Cosculluela que un pequeño microorganismo que en aquel momento estaba infectando la ciudad china de Wuhan, mandaría sus planes a tomar viento. El virus golpeó primero al país asiático y luego llegó a Europa.

MALA PLANIFICACIÓN

Según explican fuentes del sector, la empresa encaró la crisis "mal, con grandes centros y diseños diáfanos. Con poco personal. Cuando falla una enfermera o gerocultor se nota enseguida. Son aparcamientos de ancianos, no lugares medicalizados preparados frenar una pandemia".

El virus entró por el personal, que empezó a caer enfermo por falta de material de protección. El patógeno pasó a los residentes y desarrolló neumonías en muchos de ellos. Mortales en un número desgarrador. Las medidas de profilaxis urgentes, los rescates de Gobiernos e incluso la ayuda del Ejército no son suficientes.

El virus ha noqueado al rey de los asilos. Éste ha pedido ayuda a los gobiernos autonómicos de Ayuso en Madrid y Torra en Cataluña, dos territorios donde se ha anotado la cifra de 100 muertos en sus centros. Aunque Cosculluela ha olvidado presentar sus grandes credenciales: 91 millones facturados en 2018; ingresos de 101 millones y un beneficio bruto de 19,80 millones. Vitalia ha pasado de presentar proyectos de crecimiento en toda España a pedir rescates con dinero público.

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