Albert Batlle, primer teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención, ha negado este miércoles el presunto incidente entre la gerente del distrito de Sants-Montjuïc, Aida Guillén, y la Guardia Urbana durante la fiesta mayor de Sants, a finales de agosto, en el parque de la Espanya Industrial. Los hechos fueron denunciados por los sindicatos de la policía local CSIF y SIP-Fepol. Según los dos sindicatos, la gerente obstaculizó la labor de los agentes y les invitó a irse del lugar. El primero se ha manifestado en sede municipal para pedir el cese de Guillén.
A petición de Ciutadans, Batlle ha comparecido en la comisión de Seguridad y ha asegurado que la persona que habló con el cabo de la UREP (Unidad de Refuerzo Para las Emergencias y Proximidad) no fue la gerente del distrito sino la directora del servicio a las personas de Sants-Montjuïc, lo que en opinión del teniente de alcaldía "desmonta" la historia. Según Batlle, se ha utilizado a la gerente para dar al incidente "un sesgo ideológico -Guillén es de Barcelona en Comú- y una injerencia política", y ha acusado al concejal naranja Paco Sierra de usar los temas de seguridad "con intereses partidistas".
LOS AGENTES SE FUERON TRAS COMPROBAR QUE TODO ESTABA TRANQUILO
Siempre según la versión de Batlle, la conversación entre la directora de los servicios a las personas y el cabo de la UREP fue normal, "como tantas otras que se pueden dar entre técnicos del Ayuntamiento". El cargo de la policía municipal explicó que se habían desviado por un pasacalles y que estaban por la zona en servicio ordinario después de que ella le preguntara si estaban allí por un requerimiento o algún incidente. La directora les comunicó que por ese lugar entrarían cientos de personas en pocos minutos y los agentes se fueron tras comprobar que todo estaba tranquilo.
Batlle ha informado que se han hecho dos informes del presunto incidente pero que no hará difusión de ellos porque son privados, y ha invitado a los grupos municipales que se lo han pedido que se pasen por su despacho para verlos pero que no los enviará.
RESPUESTA DE CIUTADANS
En su intervención, Sierra ha subrayado que los hechos denunciados le parecieron "gravísimos" cuando tuvo conocimiento de ellos. Tras ironizar sobre el estado de nervios de Batlle y recomendarle que se tomara una tila por los ataques hacia él, ha añadido también que un guardia urbano tiene presunción de veracidad, y ha subrayado que él se cree antes la palabra de los agentes que la de un político.
Otro grupo municipal que ha preguntado por esta cuestión en la comisión ha sido el PP. Josep Bou ha interrogado a Batlle sobre si se había abierto algún tipo de expediente o investigación interna y ha señalado que el tema es "un problema importante, porque la gerente dice que no estaba, usted también -en referencia a Batlle- y los agentes que sí".
CUESTIONADOS LOS INFORMES
Desde las filas de Valents, el edil y mosso en excedencia Òscar Benítez, ha puesto en duda los informes. "Cuando un mando policial te encarga un informe ya sabemos cómo funciona. Soy más mal pensado. Es muy grave que alguien le diga o insinúe a la Guardia Urbana que no es bienvenida".