En el siglo XVI, se podía acceder fácilmente a Barcelona a través del mar. A pesar de ser una ciudad con muralla, la construcción del tercer recinto se había hecho sin pensar demasiado en una política más ofensiva (en caso de invasión o ataque). Así pues, entre 1521 y 1640 las murallas se tuvieron que reforzar, y más tarde pasó a ser un castillo, que se utilizó para fines más oscuros.
FORTIFICACIÓN
Es en 1640 cuando se iniciaron los trabajos para construir el castillo de Montjuïc. El edificio protector, situado a más de 170 metros de altura sobre el nivel del mar, se levantó en sólo 30 días con dos materiales fáciles de encontrar por la zona: piedra y barro. A partir de entonces, la fortificación se utilizó como protección para conflictos bélicos. No fue hasta 1694 cuando se convirtió en castillo.
UN PASADO OSCURO
El castillo de entonces, fue destruido en más de una ocasión. Además, la fortificación esconde una historia negra: fue escenario de torturas y ejecuciones como las de Francesc Ferrer i Guàrdia o Lluís Companys.