Los vecinos de la Zona Franca explotan ante la delincuencia descontrolada: Estamos dejados de la mano de Dios

Los vecinos de la Zona Franca explotan ante la delincuencia descontrolada: "Estamos dejados de la mano de Dios" CEDIDA

Sants - Montjuïc

Los vecinos de la Zona Franca explotan ante la delincuencia descontrolada: "Estamos dejados de la mano de Dios"

Los residentes de esta zona de Sants-Montjuïc exigen intervenciones urgentes contra los delincuentes que han tomado el barrio: "No sentimos que pertenezcamos a Barcelona"

El precedente: Vecinos de Sants-Montjuïc se movilizan contra la inseguridad: "¡Basta ya de vivir con miedo!"

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Esta historia resultará familiar a los lectores. Porque, por desgracia, se repite en toda Barcelona. Pero en la Zona Franca, en el distrito de Sants-Montjuïc, la situación toma tintes más oscuros por la delincuencia "descontrolada" que azota a los vecinos.

Los afectados han decidido copar los medios de comunicación para hacer un llamado de socorro. Aseguran no poder vivir tranquilos y sufrir violentos episodios a diario. Desde robos con violencia, hasta intimidaciones, okupaciones, amenazas e incluso agresiones. Un sinvivir perpetrado por varios grupos de "indeseables" que no respetan, dicen, a nadie.

Los Mossos d'Esquadra con un hombre que se desnuda y se masturba delante de niños en Zona Franca

Los Mossos d'Esquadra con un hombre que se desnuda y se masturba delante de niños en Zona Franca METRÓPOLI

"Delincuencia pura"

Junto a la parada del metro de Foneria se reúne Metrópoli con el grupo de vecinos que denuncia su día a día. "Estamos dejados de la mano de Dios. Vivimos entre delincuencia pura, con gente que ha salido de la cárcel", expresan los afectados, desesperados.

Son unos 15 o 20 vecinos los que se juntan para detallar su infierno en esta zona a caballo entre Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat: "Estamos maltratados por el Ayuntamiento de Barcelona. Tenemos campamentos de sintechos en la falda de Montjuïc y locales okupados por mafias y grupos peligrosos", narran estos residentes, jóvenes y mayores.

Unos jardines, el foco de la delincuencia

El grupo insiste en mostrar a este medio la realidad. Los Jardins de la Mediterrània son uno de los focos de la delincuencia. "Tenemos lo peor de cada casa", aseguran los vecinos.

Se trata de una gran plaza interior con un parque infantil rodeada de edificios y balcones con hasta cinco salidas por diferentes calles que facilita la huida de los delincuentes. En los bajos de las fincas se hallan decenas de locales, algunos usados como bares o negocios de uñas. "Están denunciados por altercados y ruidos", comienza a explicar el grueso de los afectados.

Pero lo peor de estos jardines, sin duda, es un solo hombre. Un tipo de origen marroquí que es la pesadilla de los ahí afincados. "Está cantando todo el día. A veces incluso lo hace de madrugada. Se desnuda, se caga aquí en medio e incluso se ha llegado a masturbar delante de niños".

"Se lo llevan y vuelve"

Los afectados cuentan a este medio que Servicios Sociales se llevó al individuo en una ocasión, "pero volvió al cabo de las horas con las babuchas típicas del hospital". 

Ni siquiera los Mossos d'Esquadra lo pueden retener mucho tiempo, a pesar de los delitos flagrantes que comete, especialmente contra menores. "Vienen, hablan con él, pero como no razona y finge que no habla español, no pueden hacer nada", lamentan los vecinos.

Añaden: "Hay un local okupado por rumanos que le dan dinero. Así, nunca se irá".

Los Jardins de la Mediterrània de la Zona Franca

Los Jardins de la Mediterrània de la Zona Franca METRÓPOLI

Grupos repartidos

La plaza Sant Cristòfon es otra de las zonas críticas del barrio que los residentes tienen vigilada: "Por aquí hay otro loco que se pasea con una navaja al acecho de víctimas para robarles", especifican. "También hay grupos por el parque de la Seat, la plaza Sant Crist...". 

Y no tienen reparo en decirlo claro: "Son todos inmigrantes con antecedentes que actúan con total impunidad".

Intento de robo a un vecino en silla de ruedas

Sin ir más lejos, uno de los vecinos que acude a la cita con este medio explica lo que le pasó a él hace tan solo unos días. A Rafa, que se mueve en silla de ruedas, le intentaron robar la cadena mientras paseaba con su mujer y unos amigos, al salir del CAP.

"Vi que nos estaban siguiendo dos y me enfrenté a ellos. Se escondieron, pero siguieron al acecho", cuenta Rafa. "Al poco, uno me echó la mano por detrás y también tiró a mi mujer al suelo. No logró quitarme nada, pero me dejó el brazo roto". Literalmente. La víctima se levanta la manga de la camiseta y deja al descubierto un gran cardenal: "Bíceps roto. Y yo necesito los brazos para moverme".

El metro, su medio de transporte

Como esta situación, muchas. Y hay cosas que solo las empeoran, como es la conexión del metro. "Llevábamos 20 años pidiendo que nos pusieran una parada y cuando por fin la habilitan, no nos conecta con nada".

Y es que la parada de Foneria, de la L10, es una entrada de acceso y también de huida para los ladrones. "Una vez vine de trabajar y me siguieron desde ahí hasta la puerta de mi casa. Tuve que forcejear cuando abrí el portal porque se me querían meter detrás", dice una vecina.

Uno de los locales okupados en Zona Franca

Uno de los locales okupados en Zona Franca METRÓPOLI

"La usan para huir porque tampoco hay vigilancia ni trabajadores. Ya han agredido a algunos", expresa otra afectada.

Una cárcel amable en 2026

Otro de los proyectos del barrio que creen que no les hará ningún favor es el de la construcción de una "cárcel amable" en 2026. Un centro penitenciario de régimen abierto para las internas de Wad-Ras y Trinitat Vella que ya han cumplido la mayor parte de su condena y solo tienen la obligación de pernoctar en sus celdas.

Este nuevo espacio de 13.000 metros cuadrados busca la reinserción de aquellas personas que están en el tránsito de volver a integrarse en la vida civil y laboral.

"Lo que nos faltaba", resumen los vecinos de la Zona Franca.

"Da igual la hora del día"

El barrio es un polvorín. "Da igual la hora del día. La delincuencia está a todas horas". Por eso han recogido un millar de firmas para alzar la voz, trasladar sus quejas al consistorio y conseguir que "alguien haga algo".

Delincuentes por las calles de Zona Franca

Delincuentes por las calles de Zona Franca METRÓPOLI

"Nos da igual el partido político que venga a preocuparse por nosotros. Mientras nos den voz, estará bien", aseguran, conscientes de las críticas que siempre se levantan en torno a ciertos grupos municipales. 

Un grito de auxilio de este barrio de Barcelona que no se siente incluido: "No parece que pertenezcamos al distrito".