Los barceloneses que tienen perro empiezan a estar más que hartos de que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, los ignore e incluso los persiga. La prohibición de entrada de mascotas en parques tan emblemáticos como el Turó Park, las molestias que provocan los nuevos y diminutos pipi-can, la falta de espacios para que los animales corran y hagan ejercicio, entre otras medidas han soliviantado a los colectivos de propietarios entre los que se encuentra la plataforma Espai Gos, que prepara una gran concentración de protesta para este jueves a las 19.30 h en la plaza de Francesc Macià. A la cita está previsto que acudan vecinos y canes de prácticamente todos los barrios de la ciudad.
Los dueños de perros llevan meses haciendo llegar su malestar por la actual situación al equipo de gobierno de Colau pero hasta ahora solo han obtenido la callada por respuesta. “Llevamos tiempo advirtiendo de que se están vulnerando los derechos de los ciudadanos y de los animales, pero no han querido hablar con ninguna asociación”, ha explicado Álvaro Laforet, portavoz de TuroCan, uno de los colectivos que han organizado la “Es posible que haya personas que hayan hecho mal uso de los parques públicos. pero no podemos pagar justos por pecadores”, ha subrayado Laforet.
Hasta ahora los propietarios molestos con las prohibiciones de los comunes se habían limitado a hacer pequeños 'paseos' reivindicativos a la puerta de los parques, como el del Turó Park, pero ahora han decido elevar varios grados la temperatura de las protestas y han creado “un frente común contra el cierre de parques y la reducción del espacio urbanos para los perros”. También protestarán contra las “graves deficiencias estructurales” de los nuevos espacios para mascotas impulsados desde el ayuntamiento, como el de la calle de Ganduxer (Sarrià-Sant Gervasi), en los que “no se ha contemplado la instalación de bancos para que la gente mayor pueda sentarse” o no se ha puesto remedio a las “emisiones de gases (como el metano) de las torres de ventilación de los depósitos de aguas pluviales construidos bajo el parque”, ha señalado Laforet.
PROBLEMAS DE MALOS OLORES
Otro de los focos de conflicto es que el cierre de los parques ha provocado una sobreocupación de los pipi-canes, lo que genera molestias a los vecinos “por malos olores”, han denunciado los propietarios de perros. “La consecuencia de esta injusta normativa de Colau es que ni los perros ni sus dueños disponen del suficiente espacio para correr, lo que incumple un derecho recogido en el artículo 3.2 de la Ordenanza Municipal”, ha destacado el portavoz de TuroCan.
Los afectados han consensuado un manifiesto en el que recogen sus principales reivindicaciones: que los perros que obedezcan a sus propietarios puedan ir sueltos (como permitía hasta ahora la normativa), la reapertura de los parques cerrados por el ayuntamiento, la creación de más zonas de recreo para los perros (en Barcelona hay censados 100.000 perros con chip pero solo existen 103 espacios específicos para ellos) y la creación de una comisión de trabajo mixta entre las asociaciones animalistas y el consistorio barcelonés, entre otras peticiones.
Además, de la concentración de la plaza de Francesc Macià hay previstas un paquete de protestas adicionales, entre las que destacan una gran manifestación en la plaza de Sant Jaume este mismo mes (pero en una fecha aún por concretar) y reuniones reivindicativas diarias de propietarios y mascotas a la puerta del Turó Park. Además, se van a poner en marcha campañas en las redes sociales para fomentar la convivencia entre ciudadanos y perros y campañas más amplias de concienciación que promuevan los derechos de los animales en Barcelona.