La placeta del Roser es uno de los espacios más interesantes de Sarrià. Es un remanso de paz y tranquilidad. Un lugar recóndito en el que aislarse del bullicio de la gran ciudad que invita a la reflexión. Es una opción muy a tener en cuenta para pasar un rato tranquilo con un buen libro.

Se trata de una pequeña plaza que está presidida por una pequeña fuente de pie y una figura de la Mare de Déu del Roser. Está escondida entre el lateral de la iglesia de Sant Vicenç y la plaza del Consell de la Vila de Sarrià. Es un lugar de paso no muy concurrido. Un lugar desconocido para muchos.

La placeta del Roser es un remanso de paz / HUGO FERNÁNDEZ



CUANDO EL ROSER ERA UN PUEBLO

La fuente de la placeta servía como suministro de agua para los vecinos del Roser cuando este era un pueblo. Hoy en día ya no existe el pueblo como tal. La zona se ha modernizado y se ha convertido en barrio del distrito de Sarrià.

Otro de los elementos más destacados del lugar es, sin duda, la figura de la Mare de Déu del Roser que se puede ver en la iglesia de Sant Vicenç, anexa a la placeta.

Fuente que preside la placeta del Roser / HUGO FERNÁNDEZ



LUGAR TRANQUILO, FRESCO Y ACOGEDOR

Son pocos los lugares de Barcelona en los que apenas se oye el ruido del tráfico. La placeta de Sarrià es uno de los espacios que tienen ese honor. Este oasis 'zen' es, sin duda, un buen lugar en el que disfrutar de un almuerzo al aire libre sin ser molestado.

Mare de Déu del Roser / HUGO FERNÁNDEZ



La plaza es peatonal y es un lugar tranquilo, fresco y acogedor en el que resguardarse del calor en verano. Es ideal para jugar con niños o sentarse en un banco a descansar entre sus árboles, que dan sombra a prácticamente la totalidad de la placeta.

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